DISMORFOFOBIA:
Por: Ili
Es un Síndrome conocido también como Síndrome de la Distorsión de la Imagen, Trastorno Dismorfico Corporal y Dismorfismo Corpóreo. Es caracterizado por la preocupación anormal y obsesiva al creer que se tiene un defecto físico que no existe, en donde el individuo piensa que se es casi un monstruo. Siendo así una mera distorsión de la imagen corporal de sí mismo.
Puede que realmente se posea alguna característica diferente, imperceptible o de aspecto natural hacia a los ojos de los demás (cabello, tamaño de la nariz, ojos, boca, orejas, piel…), pero la persona se obsesiona en ello.
Puede ser causa de una concepción errónea como el creer que se tiene sobrepeso, cuando no es así; que la estatura que se tiene es mucho más baja que la estatura normal o viceversa; que se produce un olor corporal diferente sin causa alguna.
Lamentablemente las personas que tienen este Síndrome viven convencidos de tener dicha parte del cuerpo deforme, sufren de mucha angustia, depresión, frustración y tristeza frente a lo que consideran feo de las imperfecciones que comparan con cualquier otra persona. Al grado de que evitan ser vistas en público; interfiriendo con todo tipo de convivencia social, con el trabajo y llevando a una vida casi aislada.
Según una fuente que encontré, esta condición afecta tanto a personas relativamente atractivas como a las personas que no lo son, y las quejas en la mayor parte del tiempo, son de alguna parte del cuerpo, siendo la forma de la nariz en un 45 por ciento de los casos.
Las causas de la Dismorfofobia son múltiples y se acentúan más en la etapa de la adolescencia, que es cuando se experimentan cambios al presentarse la pubertad y cuando la presión social es mucho mayor. El bullying, la burla, la competitividad entre amigos y miembros de familia, el constante ataque publicitario que dicta como se debe estar y ser; y los estereotipos. Son las más obvias.
Si se sabe de alguien con este tipo de trastorno, en lugar de quererle hacer entender a la fuerza que alucina por las cosas que se queja, no solo será contraproducente; si no que en vez de ayudar hará las cosas mucho peor. En su lugar la terapia Psicológica puede ser de gran ayuda para poder abarcar la fobia de raíz. En casa, escuela y los amigos; pueden ayudar al enfermo mediante el refuerzo constante de la autoestima, motivación positiva para aumentar la confianza en sí mismo; o si existe alguna anomalía en el cuerpo, la cirugía estética puede ser una excelente opción; siempre y cuando el defecto exista. Ya que la imagen que el enfermo tiene de sí mismo puede que difiera mucho de la realidad o sea completamente inexistente.
Yo creo que lo más importante es aunque suene repetitivo y fácil de comentar, es mejor trabajar y aceptarse con lo que uno tiene; dieta y ejercicio son disciplinas que requieren compromiso y constancia, efectivas para ayudarnos a modificar la apariencia. Pero si algo mas lo aqueja consulte a su Cirujano Plástico para que le ofrezca las mejores opciones de tratamiento de acuerdo a su complexión anatómica y proporciones corporales.
Foto: cortesía.
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