Hace seis años que comenzó a desarrollar el arte de la pintura, ahora tiene su propia exposición y busca seguir mejorando. Chenlla aspira a crear algo diferente
Claudio Hernández “Chenlla” es relativamente nuevo en el gremio de los pintores. Empezó de lleno a los 20 años, cuando decidió estudiar artes visuales con enfoque en la fotografía, pero poco a poco se fue inclinando más por la pintura.
Miguel Cerna (Jocotepec, Jal) Con tan sólo seis años sumergido de lleno en la pintura, “el Chenlla”, figura entre los nuevos valores de la pintura en Jocotepec, recientemente presentó en la Casa de Arte, Cultura y Tradición del municipio “una de las mejores exposiciones que ha habido”, según Mario Puglisi, director de la casa.
Es muy delgado y de carácter serio, alto de estatura y de piel morena clara, callado, pero con facilidad para expresarse. Su semblante irradia dedicación y perseverancia. Aunque no recuerda por qué en su infancia le empezaron a decir “Chenlla”, adoptó el apodo como su seudónimo de identificación. Como a cualquier otro joven de 26 años, a Chenlla le gusta escuchar música, ir al cine y salir a correr.
Claudio Hernández “Chenlla” es relativamente nuevo en el gremio de los pintores. Empezó de lleno a los 20 años, cuando decidió estudiar artes visuales con enfoque en la fotografía, pero poco a poco se fue inclinando más por la pintura. Su motivación fue poder expresar a través de los lienzos, además de que notó que tenía la habilidad para dibujar. Ahora se ha convertido para él en un estilo de vida, “una necesidad”.
Su primer encuentro con los colores lo tuvo a los 10 años debido a que sus hermanos mayores tomaban clases de pintura con Guillermo Ibarra, uno de los artistas más reconocidos y con mayor trayectoria de Jocotepec. Chenlla copiaba lo que dibujaban sus hermanos.
Su forma de hacer arte ha evolucionado. Al principio, Chenlla pintaba arte pop, que consiste en reproducir e igualar la imagen de personajes famosos. “Era un arte más banal”, comenta con la mirada perdida.
Ahora, el joven artista ya ha encontrado su concepto propio y las características específicas que distinguen su arte: pinta en acrílico, se basa en el realismo, sus imágenes son simples, la mayoría son retratos, colores neutros y en ocasiones vivos. Hay símbolos que generalmente repite, como la mirada y posición de los personajes.
Su más reciente exposición y sus pinturas favoritas, son la muestra de “La madurez de una idea”, porque a través de la contemplación, se aprende a manipular y a lograr una perversión de las ideas, explica. Los cuadros que presentó eran retratos realistas de figuras humanas y animales. Chenlla reflejó la madurez de la realidad en 4 etapas: contemplación, vigilancia, asecho y el ir hacia adelante.
El proceso de una pintura puede durar hasta dos semanas, en lo que aterriza la idea, el concepto, la imagen que mejor lo representa, tomar la fotografía y pintarla lo más realista posible. El artista asegura que es muy obsesivo. “Así tenga que pintar hasta la madrugada”. Cuando termina una obra disfruta contemplarla por mucho rato, ésa es su satisfacción personal. Hasta el momento dice que ha pintado alrededor de 80 lienzos.
A pesar de los logros y de tener una técnica de pintura más consistente, este artista jocotepense considera que aún le falta mucho en el desarrollo de los conceptos. Como nunca ha tomado clases de pintura, Chenlla sabe lo que quiere pero le “cuesta mucho llegar a eso”. Aspira a crear nuevas propuestas, a hacer algo diferente, no quiere que sus pinturas de vuelvan artesanías.
Fotos: Miguel Cerna.
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