Coincidencias entre los ayuntamientos de Chapala y Jocotepec
Por: Antonio Flores
Los informes de los presidentes municipales de Chapala y Jocotepec tienen un común denominador, disciplina financiera. En el caso de Joaquín Huerta Barrios, hizo énfasis en disminuir al 50% el déficit con lo que opera el Ayuntamiento, un millón y medio. Mientras que Juan O´shea renegoció la deuda y eso le permite tener un millón de pesos mensualmente más para hacer frente a la operación de la burocracia municipal.
Ambos presidentes coinciden en que la obesa nómina con la que tienen cargar los presupuestos de los gobiernos municipales tienen un impacto directo en el gasto corriente que los asfixia administrativamente, aunado a los gobiernos municipales que han llegado y se han endeudado sin saber hasta dónde se puede operar sin afectar o paralizar los alcaldes que llegarán.
La causa del engrosamiento de la nómina tiene un origen en la parcela política. Como dijo una persona de aquí del municipio de Chapala, “eso de traer cargando la banderita es porque yo también quiero un trabajo”. Hace dos trienios, al final del gobierno municipal en turno de Chapala se despidieron cerca de 100 personas, que además demandaron porque no recibieron el aguinaldo.
Se ha vuelto un hábito demandar al ayuntamiento por despidos injustificados. El ejemplo que ha llamado poderosamente la atención es el del exasesor de Felipe Rangel cuando fue presidente, que alcanza el millón 800 mil pesos. En su momento, Joaquín Huerta siendo director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado, demandó también al ayuntamiento por despido injustificado y lo ganó.
En eso coinciden los gobiernos de ambos municipios han perdido casos por montos millonarios. Ya no se puede contratar a cualquier persona o abogado en el área jurídica. Se necesita tener gente de experiencia, que sean capaces de profesionalizar esas áreas que son muy endebles. Quizás sea el momento de implementar el Servicio Civil de Carrera.
La capacitación de los regidores es otro tema medular, porque muchas veces no saben lo que están votando, y otras son ventajosos porque se aprovechan de la ignorancia de sus pares. Ser regidor significa en nuestros municipios tener una beca por tres años donde sólo te presentas a la sesión de cabildo y no los vuelven a ver hasta el mes siguiente. Cuando hay muchas áreas que se deben reglamentar, los municipios presentan anomalías y atrasos y los regidores están ausentes de esa realidad.
El futuro de ambos ayuntamientos sigue siendo la disciplina financiera, pero la palabra que se escucha en los diferentes actores de las siguientes administraciones es renegociar la deuda, con el objeto de poder acceder a empréstitos para poder realizar obra pública.
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