Las buenas intenciones de campaña quedaron atrás
Por: José Antonio Flores Plascencia
Atrás ha quedado el rosario de buenas intenciones del presidente municipal de Chapala, Javier Degollado González, que se respetaría la ley, ésa que da tutela y protección a los trabajadores de base, a los que tienen años trabajando en el servicio público, a los que hostigan por pertenecer a cierto partido o ser obligados a participar en las caminatas partidistas, que de lo contrario perderían su fuente de ingresos.
Cada tres años cuando hay cambio de gobierno municipal, surgen los mismos problemas y empieza el rosario de demandas y amenazas por renuncias “voluntarias”. En esta ocasión, el oficial mayor es un cavernícola como el anterior. No importa si son del PAN, PRI, MC, PVEM o del PRD. Todos son iguales. Lo que les interesa es dejar un espacio para quien los apoyó en la campaña.
Javier Degollado traiciona su palabra, pero ha cooptado a la dirigencia sindical. Juan Cuevas viola la ley, porque al ocupar una plaza de confianza, debe pedir licencia a su base y por lo tanto no puede seguir siendo el representante de los miembros del Sindicato Único de Servidores Públicos del Ayuntamiento de Chapala (SUSPACh). Los mismos trabajadores se quejan de la pasividad de su líder. Si bien es cierto que les ha dicho que no firmen, los trabajadores se sienten hostigados por el oficial mayor, quien les ha dicho que renuncien y que posteriormente se les hablará.
En un municipio donde la ley es lo último que importa, el poder se reparte en familias, no importa si son del PRI o del PAN, simplemente con revisar la composición del cabildo se podrá comprobar.
La actual administración opera como una sucursal de la Santa Inquisición; son herejes todos aquéllos que pertenezcan a otro partido político. Pero esto no es nuevo. Lo mismo pasó con Joaquín Huerta. Aunque se la pasaba en peregrinaciones, siempre pisoteó los derechos de los trabajadores, despidió sin tener razón. Ahí su disciplina financiera. No funcionó, porque perdió y tuvo que reinstalar. Los Degollado son devotos de cargar la virgen de Zapopan cuando viene a Chapala, pero pasan por encima de la ley que da tutela a los trabajadores.
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