Permanecía oculto hasta agosto pasado, cuando expuso en la casa de cultura en compañía de Chenlla, otro joven artista
Juan Carlos Rodríguez «Coyi Coyi'».
Miguel Cerna (Jocotepec, Jalisco.).- Coyi Coyi se define como una persona muy tranquila y hogareña. Le gusta perderse en las paredes, observando e imaginando las figuras que hay en el enjarre. También le gusta el cine, en especial las películas de fantasía. Disfruta salir a caminar e ir de compras, aunque no por mucho tiempo.
Juan Carlos rodríguez —su nombre real— de 32 años de edad, es uno de los nuevos valores de la pintura en Jocotepec. Permanecía oculto hasta agosto pasado, cuando expuso en la casa de cultura en compañía de Chenlla, otro joven artista.
Su gusto por la pintura viene desde su infancia, igual que su apodo, cuando sus compañeros de la escuela le dijeron que se parecía al personaje de la caricatura Mazinger Z, Koji Kabuto. Coyi recuerda que ganó los concursos de dibujo en la primaria, secundaria y prepa. Pero hasta hace apenas un año y medio decidió dedicarse de lleno al arte, a vivir de su pasión. Esta nueva etapa le parece “bonita”, pero reconoce que es difícil por la cuestión del dinero.
Coyi Coyi no le falta inspiración, pinta todos los días. Él cree que ésa es su contribución al mundo. Su estilo está fundamentado en lo fantástico y colorido, que sin la intención de Coyi, pareciera que es arte para niños, aunque también tiene acercamientos con otros conceptos como el realismo, el paisajismo y otros. Aunque aún no logra definir su arte, se siente orgulloso de que no le copia a nadie.
Naturaleza es lo que más le gusta pintar: árboles, flores, aves, venados, hormigas, plantas, insectos… Lo que no le gusta pintar es lo hecho por el hombre, como carros, edificios o gente. Le da flojera.
En tan poco tiempo de carrera “seria”, este joven artista ya ha sumado grandes satisfacciones, pero para él, la más importante ha sido “sentir que a la gente le gusta”, pues antes de su primera exposición, Coyi reconoce que tenía “mucho miedo” porque pensaba que sus cuadros eran muy infantiles y simples. Pero se dio cuenta que era todo lo contrario, pues en esa muestra vendió más cuadros de lo que él esperaba. A raíz de eso, Coyi logró reconocerse a sí mismo como un artista.
Ahora, Coyi Coyi está totalmente inmerso en el arte. Está tomando un taller de ilustración y haciendo un diplomado en dibujo y técnicas de ilustración en el CAAV, Universidad de Medios Audiovisuales en Guadalajara, donde tiene seis años viviendo por cuestiones de trabajo.
Así mismo, ya trabaja en sus próximas exposiciones, como la del próximo cinco de noviembre en Ajijic, de nuevo en compañía de Chenlla. Sus metas son claras, quiere enfocarse en la ilustración para hacer libros para niños, en donde pueda incluir todos los cuentos que ha escrito como el de Pepo y Pollito.
Foto: Miguel Cerna.
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