Este siete de noviembre se cumplen 300 años de su aparición
Para la procesión de este siete de noviembre el señor del Huaje llevará puesto un cendal de lana en color blanco tejido en telar de mano por el señor Rubén Mendoza Díaz y donado por la señora Socorro Chávez.
Domingo Márquez (Jocotepec, Jal).- Para la historiadora Diana Machuca, el Cristo de la Expiración o Señor del Huaje se convirtió con el tiempo en un ícono de San Francisco Jocotepec y una imagen muy apreciada por la población. Tanto, que hasta se olvidó del nombre del santo y solo se quedó con el nombre de Jocotepec.
A diferencia de otras imágenes, el Señor del Huaje que este siete de noviembre cumplió 300 años de su aparición (1715), no llegó con los misioneros sino que fue tallado por alguien del pueblo, de un árbol que se encontraba en El Salitre, una comunidad en la delegación de San Pedro Tesistán en el municipio ribereño.
De ahí el arraigo y el amor que le tienen los habitantes a este mítico Cristo de casi tres metros de altura, tallado en madera de una sola pieza, y que aunque un tiempo estuvo en San Pedro Tesistán, el cura ordenó que se trasladara a la parroquia de la cabecera municipal, y se puso en el Altar Mayor, para después construirle su capilla.
Diana cuenta que los pobladores de donde salió el Cristo no quedaron conformes, por lo que se envió hacer otro del mismo árbol del Señor del Huaje, el cual fue nombrado el Señor del Monte, sin embargo corrió con la misma suerte que el primero.
Al morir su custodio, otro cura ordena que el Señor del Monte también sea trasladado a la iglesia de la cabecera municipal, dejando nuevamente a San Pedro Tesistán sin su Cristo. No obstante, que se mandaron hacer otros dos de la misma madera del árbol donde cuentan se apareció el Señor de la Expiración o del Huaje.
De los dos Cristos de menor tamaño, uno está perdido y otro de unos 40 centímetros de alto, se utiliza en las visitas de parroquia, reveló la historiadora. Quien aprovechó para aclarar que fue en 1715 cuando hizo su aparición el Cristo y no en 1718, que fue cuando se formó una cofradía en su honor.
Otra de las particularidades de la venerada imagen, es que aunque el Señor del Huaje está crucificado, tiene los ojos abiertos y podría tratarse del Cristo hecho en madera de una sola pieza más grande el país, sin embargo, está última información está siendo verificada, recalcó la historiadora.
“Para nosotros el hecho de que tenga los ojos abiertos, significa que es un Cristo vivo”, expresó con emoción Machuca, originaria de Jocotepec.
La joven explicó que hay dos versiones sobre su aparición. La primera y la que más gusta al imaginario popular, dice que una mujer indígena por varios días vio una luz que salía de la oscuridad donde se encontraban unos frondosos árboles y al acercarse se dio cuenta que uno de ellos tenía la forma de Cristo.
La versión histórica narra que la imagen salió de un Huaje, cuando uno de los habitantes vio en uno de los árboles que crecen por la comunidad El Salitre a Jesús Crucificado, por lo que se decidió hacer la talla en madera del Cristo que celebra 300 años de su aparición, este siete de noviembre.
Para saber:
El 8 de noviembre de 1833, ante la grave situación por la que pasaba Jocotepec, con gran fe los habitantes realizaron el Juramento al Señor del Monte como patrono de la comunidad a cambio de que cesara el cólera.
La agenda para la Fiesta del 300 aniversario
Hoy se oficiará una misa en honor al Señor del Huaje en la explanada de la parroquia del Señor del Monte. A partir de las 8 de la noche en la casa de la Cultura de Jocotepec, se inaugurará una exhibición de cendales y fotografía del Señor del Huaje. Además se impartirá la conferencia “Los Dos Cristos”. Entrada gratuita.
Fotos: Comunicación Social Jocotepec.
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