Ambulantaje
El ambulantaje tiene sólo dos caras. La primera: Las personas están en contra de él, porque supuestamente frena el desarrollo económico.
La denominación sustentada por los gobiernos es “empleo informal”, o “negocios informales”, y está defendida por los comerciantes, que argumentan: “No es justo que los negocios que están en la formalidad tengan que pagar impuestos, renta, luz, licencias municipales y todo los gastos que conllevan a tener un negocio formal, y los informales, o los comerciantes ambulantes, no paguen impuestos. No paguen renta y estén operando sin que el gobierno los pase a la formalidad o les prohíba operar de una manera informal.”
También argumentan que los negocios informales les generan pérdidas de ventas a los negocios establecidos. Muchos acusan que los negocios informales malbaratan las ventas, porque no les importa vender a bajo precio un producto o servicio, aunque sólo ganen un peso o dos, que de igual manera no pierden porque los gastos son menores a los de un negocio formal.
La segunda cara es generalmente defendida por los mismos comerciantes informales que respaldan su postura: No es que les nazca estar en la informalidad, es la necesidad de trabajar y tener un ingreso para sobrevivir y llevar dinero a la casa para la comida.
También argumentan que prefieren estar en la informalidad a robar, extorsionar o cometer delitos penales para obtener dinero para el pan de cada día. Es por necesidad, no por capricho. Algunos argumentan que para los funcionarios que trabajan en el gobierno, es muy fácil decir que la informalidad frena el crecimiento económico de México, porque los funcionarios públicos tienen sueldos por encima del salario minino y no tienen necesidad. En pocas palabras, prefieren ser comerciantes informales a ser delincuentes por la falta de empleo y oportunidades.
Pero el ambulantaje no sólo es en el aspecto económico, sino también en lo político. Ya muchos de los comerciantes ambulantes generalmente están organizados en grupos para defender sus espacios y terminan como capital político para los candidatos.
Los grupos de comerciantes ambulantes tienen representantes que negocian el voto de los agremiados, y muchas veces cuando el líder de los comerciantes tiene muchos agremiados, le dan trabajo en el gobierno.
Además, los tianguis y el ambulantaje han existido desde antes de la llegada de los españoles, y debido al aspecto cultural, no va a dejar de existir.
Hablando de tianguis, éstos son atractivos turísticos donde se pueden encontrar desde hierbas hasta aparatos electrónicos, remedios o medicamentos y un sinfín productos.
El ambulante está arraigado desde antes de la conquista, y si en todas las épocas de México hasta el presente no se ha podido erradicar como lo desean las autoridades, tampoco podrá darle solución en lo que dura su periodo de gobierno.
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