Seguirla en Ajijic
Por Santiago Baeza
Parte importante de la vida ociosa y de convivencia cotidiana de Ajijic son sus bares y cantinas. El pueblo cuenta con una larga tradición en lo que respecta al sagrado ritual de beber alcohol y dejarse llevar por sus desinhibidores efectos. Vino, cerveza, licores y demás variedades alcohólicas se encuentran por igual en puestos al pie del malecón y la carretera, que en lujosos establecimientos destinados casi exclusivamente al turismo.
La ruta actual está compuesta por variadas ofertas. La siguiente lista no pretende conformarse como un catálogo, sino simplemente como una muestra representativa de las opciones que hay, basada en mi propia experiencia personal, la cual comparto.
La Caja Musical es una cantina cuya ubicación la convierte en un sitio de visita obligada, pues está situada sobre la plaza de Ajijic y desde sus equipales se domina la visual de casi todo lo que sucede en sus alrededores. Como igual uno puede ser visto también desde casi cualquier punto de esa plaza. Si uno está pasado de copas y no quiere ser observado, siempre se tiene la opción de pasarse a la barra dentro del local.
El Camaleón es un bar (muy, muy, muy) alternativo. Dirigido por el experimentado Fito, es hoy sitio de encuentro de una parte de los artistas ribereños, extranjeros amigables y uno que otro colado. Durante la mañana y el día, la actividad se desarrolla alrededor de la barra, pero conforme transcurren la tarde y la noche, el bullicio se extiende hasta el fondo, donde se ubica la mesa de billar. Las tocadas de grupos locales y en ocasiones invitados de Guadalajara son comunes los fines de semana.
Ocampo 71 tiene una muy agradable terraza, una amplia zona cubierta por un tejabán, y una barra ubicada estratégicamente, que hacen que el visitante tenga cómodas opciones. La música en vivo es una tradición, pues varios de los mejores proyectos de jazz y hasta de jarana fandanguera tocan ahí regularmente. Incluso los viernes, recibe a DJ Phill, un experimentado músico canadiense que en su retiro ahora juega en público con sus tornamesas.
El María Isabel es un restaurante con servicio de bar. Su mayor mérito es sin duda el haber heredado de la Vieja Posada la ubicación que tiene frente al malecón de Ajijic. La sombra de esos viejos árboles de la terraza que ven hacia la laguna hace que un impactante paisaje sea parte de la ambientación y del entorno. Además abren temprano.
La Burguería es otro restaurante que también cuenta con servicio de bar. Escondido tras una austera fachada, el sitio tiene varias opciones de espacio para que el cliente se ubique. Pero sin duda es el jardín, parte del antiguo corazón de manzana de la hacienda de Ajijic, el mejor espacio para ubicarse. Sobre todo los días que la banda local Sopa de Piedra ameniza y pone a bailar a los asistentes.
La Mezcalería o La Mezca, como solemos decirle de cariño, es el refugio de la generación más jóven de Ajijic. Motivados por la música electrónica, tocada en directo, aunque en ocasiones también suenan géneros como el jazz, los chicos bailan y se divierten hasta que llegan los funcionarios municipales a solicitar el inminente desalojo. La actitud de dueños y empleados siempre es amigable y relajada. El único riesgo de establecer ahí buenas relaciones, es el de salir con un nuevo apodo.
El Bar.Co es uno de los bares con mayor antigüedad en Ajijic. Aunque su principal activo es la bebida, cuenta con tres diferentes menús y sus recientes ampliaciones permiten una capacidad de hasta cuatrocientas personas. Por si esto fuera poco, cuenta además con una cava subterránea que permite almacenar distintas variedades de vinos tinto y blanco. Su capitán, Carlos Pantoja, estará este fin de semana celebrando los veintidós años que lleva operando el sitio. Muchas felicidades.
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