Por 52 años los ribereños han disfrutado de su pozole en su cenaduría, la cual acaba de reabrir
“Nos íbamos a cenar acá, a un lugar en el cerro, caminábamos algo, teníamos que subir escaleras y cuando bajábamos ya se nos había bajado el pozole”. Así empezó todo. Un día su hermana le dijo “¿por qué vamos allá, al cerro? Hazte un kilito de maíz para nosotros y pensé para mí, pues tendrán razón”, indica Pachita, quien comenzó a hacer un pozole y venderlo en su conocida cenaduría, la cual ha formado por 52 años parte de la historia de Chapala.
Manuel Jacobo, (Chapala Jalisco).- Dicen las abuelas que “el amor llega por los ojos, lo procuras por el estómago y lo mantienes con lo que tienes más abajo”. Doña Francisca López Alcántar, mejor conocida como “Pachita”, satisface uno de los placeres más necios de los chapalenses, el festín de los paladares. Chapala que es conocido por su actividad pesquera ha frecuentado por más de 52 años el pozole de Pachita, así como Guadalajara frecuenta los mariscos como si fuera la playa.
Con el espíritu lleno de fortaleza, pero con el rostro decaído, “Pachita” no esperaba el día que le retiraran su olla de pozole “de la lumbre”. Después de tantos años; en el mes de marzo pasó y todo parecía que terminaba. Cayó en una depresión.
Con los labios pintados de rojo, una mirada cálida y una sonrisa que emana confianza, “Pachita” recuerda el disfrute culinario a través de los años. Entre los encantados por la sazón se encuentra el señor Francisco Medina Asencio, el cantautor, Mike Laure y hasta el exgobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, éstos atraídos por el establecimiento del espacio turístico a partir de los años cuarenta. Mientras Chapala le arrancó el alma a Mike, “Pachita” le arrancó el hambre, dejándolo altamente enamorado del sitio.
“Pachita” desde que combinaba la venta de pozole y gelatinas, supo que su vida y su pasión era la comida, tanto así que considera su cenaduría como su vida. Ella disfruta hacer comida, tanto que no recuerda cómo y quién le enseñó a cocinar. Francisca no es la única que ha deleitado los paladares, ella también ha deleitado sus sentidos con mariscos y música de mariachi como los 50,738 habitantes que tiene Chapala.
La silla de ruedas en la que ahora está sentada nos muestra el golpeteo de sus ochenta años. De ahí, de la silla de ruedas fluyen las historias sobre los cambios en Chapala, y también nos cuenta los cambios en la cenaduría. Antes Pachita, ahora Magdalena, su hija, junto con sus nietas; antes menos gente ahora más; antes menos obras, ahora más.
Las muestras de cariño que ha recibido Pachita, son inmensas, tanto que ahora que reabrió su cenaduría en su nuevo domicilio las personas siguen llegando para deleitar sus paladares, cosa que le da ánimos para regresar a la cenaduría, convivir con los comensales y salir de la depresión que le causó este proceso.
Así rodeada de músicos, políticos, escritores y pobladores doña Pachita seguirá construyendo la historia de Chapala con sabores en el festín de la vida.
Sí muy rico pozole! En mi adolescencia yo labore con ella primero lavando la loza y después de mesera. Saludos Pachita, te deseo salud y bienestar! Saludos para tu hija Nena.
Recuerdo cuando estava joven mi madre anita y gato me mandavan a traeles pozole t tacos siempre hemos comprado con pachita todavia cuando vamis a chapala de vacaciones llegamos a la » CENADURIA DE PACHITA «» a mi en lo general me encantas sus deliciosos tacos
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Yo extraño tanto su comida y cada q voy de vacaciones no me pierdo la oportunidad de pasar por ahí y cenar esta riquizimo ojalá y nunca cierren y un nuevo lugar es más que mejor todo cambio es bueno