Colaboración del Archivo Municipal
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, hubo esfuerzos oficiales por arreglar el camino a Chapala a fin de facilitar el tránsito de las diligencias. Hay en Archivo Histórico de Jalisco un documento que habla de la iniciación de un servicio ordinario de diligencias a partir del día 8 de noviembre de 1866.
El día cinco, el Ayuntamiento de Tlajomulco comunica al Secretario de la Prefectura Política del Departamento de Guadalajara que recibió del Ayuntamiento de Chapala una iniciativa a los propietarios y municipales para que secunden su proyecto de arreglar el camino que va de Guadalajara a esa villa, disponiéndose por acuerdo del cabildo “ordénales a los señores administradores de las haciendas y comisarios de la compresión que compongan los puntos descompuestos, a fin de que puedan transitar los carruajes y principalmente el camino que los conduce de Guadalajara a esta villa”.
Asimismo, se acordó que pusiera en conocimiento a esa subjefatura para que se ordene a las municipalidades de la misma compresión la compostura del camino en la línea de Guadalajara, en virtud de estarse arreglando el tránsito de carruajes, como es el diligencia que el día 8 va a comenzar a operar”.
En 1879, el Gobernador Jesús Leandro Camarena informa que se gastaron 40 pesos en la compostura del camino a Chapala.
A fines del siglo pasado aumentó la fama de los baños termales, y en busca de salud llegó a Chapala otro don Ignacio Arzapalo, quien construyó un hotel al que puso su nombre e inauguró en 1898. También decidió arreglar una diligencia que lo conectara con Guadalajara para facilitar el transporte de los viajeros. El Hotel Arzapalo tuvo dos diligencias diariamente, que salían de Chapala a las cuatro de la mañana rumbo a Atequiza, volviendo como a la una de la tarde.
Las diligencias del Hotel Arzapalo fueron conducidas todo el tiempo por los populares don Nicho y don Pancho Alcántar, quienes fueron famosos por haber llegado a no tener accidentes de consideración durante sus diarios recorridos hasta Atequiza.
En la época de la Revolución, por los años 1915 y 1916, en que los revolucionarios se posesionaron de los trenes y no había servicio para los particulares, los viajes de diligencias se estuvieron haciendo directos entre Chapala y Guadalajara, con una duración mínima de doce horas, incluyendo el tiempo empleado en Santa Rosa para cambiar tiro de mulas y que comiera el pasaje.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala