Los Pobladores temen que los mosquitos que proliferan de la maleza del malecón puedan contagiar a la gente de enfermedades como el dengue, zika o chikungunya
Malecón de San Antonio Tlayacapan. Fotos: D. Arturo Ortega.
Julia Alejandra García Morando (San Antonio Tlayacapan, Jalisco).- Pese a que la vegetación frente al malecón de San Antonio representa un santuario de aves para muchas asociaciones civiles, para los pobladores de la localidad representa un foco de infección por la proliferación de mosquitos.
Algunos comerciantes de la delegación afirman que la “maleza” acuática que crece a la orilla del malecón es un criadero de mosquitos que por las tardes ahuyenta a los turistas que acuden al lugar para recrearse.
Agregaron que aunque es un lugar que guarece a las aves del ecosistema, temen que los mosquitos que proliferan puedan contagiar a la gente de enfermedades como el dengue, Sika o Chikungunya.
Para un estadounidense, quien no quiso proporcionar su nombre y que suele pasear a sus perros, manifiesta que el lugar es agradable, sin embargo le hace falta mejorar su infraestructura para los visitantes.
El departamento de Ecología del Ayuntamiento de Chapala informó que desde la administración 2012-2015 existe un proyecto de avistamiento de aves para el malecón denominado “Avistamiento de Anidación del Cormorán”.
El proyecto que se gestionó con SEMADET, a través del fondo para el área natural protegida “Cerro Viejo, Chupinaya los Sabinos”, contaría con un presupuesto de 280 mil pesos, pero sólo llegaron 65 mil, que se destinaron para que Chapala produjera 100 mil árboles endémicos para los cuatro municipios que conforman el área natural protegida (Chapala, Jocotepec, Ixtlahuacán de los Membrillos y Tlajomulco).
El proyecto originalmente contaría con dos puntos o casetas de observación, con catalejos similares a los que cuentan los grandes edificios de ciudades como Nueva York, para poder apreciar la anidación del ave conocida como Cormorán y otras 20 especies endémicas de ese lugar.
El proyecto también contempla la capacitación de jóvenes de secundaria y pescadores como guías para los grupos de observadores de aves y se realizarían recorridos a través del tule y las plantas acuáticas para poder observar más de cerca la vida silvestre.
Actualmente el proyecto no se ha olvidado y su gestión continúa a través de AIPROMADES y la asociación Corazón de la Tierra.
El malecón de San Antonio cuenta con una cancha de usos múltiples, instalación de baños, área infantil, asadores, comedores, estacionamiento con capacidad para 20 vehículos y extensas áreas verdes.
Por las mañanas es utilizado por personas que acuden a realizar paseos o para ejercitarse y por las tardes es cuando los jóvenes y niños acuden a hacer uso de sus canchas deportivos y espacios infantiles.
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