HOTELERIA Y VILLA MONTECARLO
A principios de siglo sólo había en Chapala el Hotel Arzapalo. Antes, sólo existía para pasar la noche una casa de huéspedes, le llamaban “doña Trini”. El hotel lo había construido don Ignacio Arzapalo con un proyecto del arquitecto de Alba. Sin duda, don Ignacio Arzapalo fue un personaje importante en la promoción inicial y el desarrollo posterior de la villa de Chapala.
Su hotelito lo había inaugurado en 1898, y sólo tenía treinta y seis cuartos. Nos podemos imaginar que siempre, en temporada de vacaciones estaba a reventar, tanto en semana Santa y Pascua como en los meses de julio y agosto. Así que, en vista del éxito que le significo el negocio de la hotelería y que, de alguna manera, lo mantenía entretenido, decidió don Ignacio, en el año de 1905, pedirle a su amigo, el arquitecto Guillermo de Alba, que construyera uno nuevo, al lado del otro, pero más moderno y con más cuartos, sobre la misma calle del Muelle. Así pudo triplicar su capacidad de camas y seguir dando el servicio de diligencias que salía todos los días rumbo a Guadalajara. El hotel estaba listo para 1907 y se le conocía como Hotel Palmera. Sugería un lugar tropical y ocupaba lo que es hoy el Hotel Nido y una pequeña tienda de blancos al lado.
En su inauguración, contaba el Palmera con noventa y seis cuartos. Tenía dos pisos y un bar conocido como el Beer Garden.
Compra toda la propiedad don Aurelio González Hermosillo, y para 1906 ya está instalado en su nueva villa, en una enorme y bella casa estilo italiano, construida y diseñada por Ángel Corsi.
“Mi abuelo le compró todos los terrenos, desde la punta del cerro hasta la punta de la laguna. Todo eso se lo compró al señor Crow”, comenta su nieta, Lorenza González Hermosillo de Martínez, “Se llamaba, a principios de siglo, la colonia ‘Hermosillo’”.
“Comienza a hacer una villa y hacer la jardinería y siembra las palmeras. A mi abuelo le gustaba mucho la cuestión italiana, entonces, se trajo muchas cosas de terracota de Italia. Era una casa muy bonita”. Contratan en Europa a un arquitecto italiano, Ángel Corsi que, entre otras cosas, es el primero que trae los laureles de la India a la ribera. Él los cargo en unas latas alcoholeras, las siembran y resultan que se dan en Chapala y en toda la ribera, verdaderamente, de maravilla.
Archivo histórico de Chapala.
Director: Rogelio Ochoa
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