Ante el futuro de los Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump, los “Hijos Ausentes” ven incierto su futuro
Miguel Cerna (Jocotepec, Jalisco).- Año con año, cientos de “hijos ausentes” regresan a Jocotepec para celebrar las fiestas del Señor del Monte. Estos paisanos son hombres, mujeres y niños que un día partieron al vecino país del norte con la esperanza de mejorar su calidad de vida.
A medida en que avanza el novenario de las fiestas, la plaza, mercados y sitios públicos se van llenando de “norteños” —como los llama la gente— quienes disfrutan de las pequeñas cosas que hacían en el pueblo antes de partir.
Sentados en la plaza y bebiendo un chocomil, Sergio Navarro y sus tres hijos disfrutan de la tranquilidad que impera en el ambiente. Es la primera vez Sergio pisa estas tierras después de 18 años, cuando emigró junto con su esposa a Sacramento, California, en busca de una vida mejor, sin tantas carencias.
El corazón de Sergio anhelaba regresar para reencontrarse con sus raíces y ver a su “santito”. Este norteño tiene bien clara su situación como migrante, pues aseguró que son dos tipos de vidas muy diferentes; la de allá sólo es trabajo y encierro en casa, y la de acá es de descanso y disfrute.
A pesar de que Sergio Navarro formó allá su familia e incluso sus tres hijos hablan español, ésta es la primera vez que viene toda la familia completa a pasar las fiestas de enero para “disfrutar lo más que se pueda”, porque terminándose los festejos, vuelven a su “encierro”, comentó.
Sus hijos, María Esther, de 18 años, Sergio, de 15, y Jackie, de 13, ya están listos para divertirse, subirse a algunos juegos mecánicos, y pasear por el pueblo que hasta el momento les ha parecido “bonito”.
La familia Navarro ve incierto su futuro en los Estados Unidos con la elección de Donald Trump como nuevo presidente. Para el padre sólo hay incertidumbre, y aunque no ha notado cambios en el país antes de venirse a México, es consciente de que casi cuando regrese, tendrá un nuevo presidente. Ante esta situación, sus hijos se mostraron firmes y aceptaron venirse a vivir a México si las circunstancias lo requerían.
La visita de los “hijos ausentes” también se hace presente en el registro civil, pues aumenta en casi el 50% el número de uniones civiles, de “norteños” que vienen a casarse acá y de locales que aprovechan la visita de sus familiares para unirse en matrimonio.
Según datos de Sergio Guillermo Pacheco director del Registro Civil, hay 12 matrimonios en promedio al mes, pero en enero del año pasado se emitieron 25 actas, por lo que consideró que este año la cifra será parecida.
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