La indicación es dispuesta por la Arquidiócesis y no por capricho de los párrocos
Parroquia de San Andrés en Ajijic. Foto: Iván Zamora.
Manuel Jacobo (Ajijic, Jal).- Para algunos habitantes de la población de Ajijic, “montar guardia a su difuntos” es una tradición de antaño, y se ha visto afectada después de que en la Arquidiócesis hiciera la indicación de quitar la tradición.
A inicios del año, se realizó la misa para Julio, un habitante de Ajijic que había perecido. Sus amigos y familiares decidieron “montar guardia”; sin embargo, el hecho de estarse levantando constantemente causó molestia en el sacerdote Alfredo Cortés, señaló la tía de Julio, al grado de decir: “Ya dejen de estar haciendo eso; él no se va a ir”.
La actitud del sacerdote molestó a familiares y amigos. “A mí me dio mucho coraje, y yo si dije: pinche padre déspota”, señaló la tía. Según la familiar, el padre mostraba ademanes corporales que mostraban el descontento y que delataban que estaba haciendo la misa de mala gana.
“A pesar de lo que dijo, siguieron con la guardia”; sin embargo, un amigo del difunto, un joven que procedía de Trojes, le iba a contestar al párroco, pero por respeto al difunto, no lo hizo.
Por su parte, el cura Javier Orozco señaló que lo único que se está haciendo es acatar la disposición que implementó la Arquidiócesis. El hecho de llegar a tomar esta decisión fue debido a que los asistentes tienen que levantarse constantemente y no prestan atención a la sagrada lectura, por lo que la finalidad se ve perturbada.
Como parte del objetivo, que tiene esta implementación es que los asistentes “participen de modo atento y activo a la celebración, y uno tiene que ir educando a la gente”, aunque para el sacerdote le da igual que se tenga guardia o no.
“No es disposición de uno o capricho, y en el fondo es para que la gente se centre en la misa, en la eucaristía”, señaló el párroco Javier Orozco. Además de haber señalado que no es necesario hacer ese tipo de guardia, puesto que todos los que asisten a la celebración participan de manera activa y hacen guardia.
Por otra parte, algunos pobladores señalaron que el padre está haciendo muchos cambios atentando con las tradiciones del pueblo.
Sin embargo, los señalamientos de querer cambiar ciertas costumbres como lanzar “cuetes” en los días de fiestas, es un problema que constantemente recae sobre el sacerdote, quien recibe llamadas telefónicas desde las doce de la noche o una de la madrugada en la que diversos pobladores le señalan el uso excesivo de estos.
Aunque otra de las molestias de los pobladores es que el padre no les permite tener música en el atrio de la iglesia, el sacerdote señala como hace años la arquidiócesis prohibió el uso del mariachi en las celebraciones eucarísticas y que pese a que ya se permiten, se debe valorar la música que tocan ya que mucha de ésta no concuerda con la celebración.
Pese a que las molestias parecen crecer con las disposiciones, otra de las controversias que se vienen generando es la de que ya no se permite “llevar las cenizas de los difuntos a la misa”, según relató una mujer entrevistada en la zona centro de la población, sin embargo, su versión al cierre de esta nota no pudo ser comprobada.
El dato:
Ajijic actualmente cuenta con tres guías espirituales, el cura Javier Orozco, y los sacerdotes: Javier Sánchez y Alfredo Cortés.
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