Para los extranjeros retirados, vivir con su mascota es importante, ya que los consideran como sus hijos y su pérdida es catastrófica
Un perro escondiéndose. Foto: Internet.
Manuel Jacobo (Ajijic, Jal).- El estado de alarma que nuevamente se ha suscitado entre la comunidad extranjera ha llevado a que el día cuatro de marzo, los residentes extranjeros entregaran una carta al presidente municipal de Chapala de carácter urgente, en la que piden su intervención tras una nueva oleada de envenenamientos de perros en la población.
En el documento, que fue entregado al edil de Chapala, Javier Degollado, se señala que el Comité de Ciudadanos por los Perros Envenenados ha contabilizado desde agosto del 2016, 60 perros muertos, de los cuales dos de ellos murieron el 23 de febrero de este año, por el barrio de las Seis Esquinas, al poniente de la población.
Sin embargo, el Ministerio Publico tiene registradas mucho menos muertes de perros envenenados, es decir casos denunciados, que contrastan con los contabilizados por el Comité por los Perros Envenenados.
Frente a la lentitud en las acciones, el comité en su carta entregada al alcalde municipal, señala la sospecha de que el envenenador sea un funcionario público y el comité especuló que puede tratarse de una embestida para limpiar el pueblo. “Es factura de un servidor público que piensa que todo es basura para transformar Ajijic en Pueblo Mágico”, denuncian sin pruebas los entrevistados.
Otra de las molestias que refiere la comunidad extranjera es que “el Ministerio Público levanta las denuncias de los extranjeros con gran morosidad y hasta de mal humor y groserías…”.
Hasta el momento, según la organización se tienen aproximadamente 11 denuncias frente a la dependencia del Ministerio Público, teniendo en cuenta que los ciudadanos mexicanos no hacen sus denuncias.
Los últimos envenenamientos de perros dejan como evidencia que se está utilizando un veneno de acción rápida, frente a la lentitud de las autoridades locales para atender el caso, repiten los entrevistados.
“El envenenador de perros”, como se ha hecho famoso entre locales y extranjeros, no ha sido detenido ni denunciado ni porque la comunidad extranjera ha ofrecido primero 10 mil y luego hasta 15 mil pesos por su captura, desde agosto del 2016 cuando se registraron los primeros casos de perros envenenados.
Reuniones con autoridades, notas periodísticas en los semanarios locales y otras acciones no han sensibilizado a las autoridades para dar continuidad a las peticiones de algunos miembros de la comunidad extranjera que se encuentran preocupados por los envenenamientos.
Los extranjeros han pedido que se congelen los cadáveres de algunos perros que se crean hayan muerto por envenenamiento con la finalidad de abrir una carpeta de investigación y que una autoridad oficial determine las causas de la muerte del animal.
Lina Doyle, quien desde el inició ha encabezado la captura del envenenador de perros, hasta el día jueves 20 de octubre del 2016, tenía documentada la muerte de 24 perros, la mayoría cuando salían a pasear acompañados de sus dueños, ya que como Doyle explica “Los americanos no tenemos nuestras familias acá y nuestras mascotas se vuelven nuestra familia”. El delegado Jesús “Chuni” Medeles, en esos días sólo tenía conocimiento de dos casos.
El Comité de Ciudadanos por los Perros Envenenados integrado en su mayoría por extranjeros señala que las autoridades no tienen interés en detener la situación y que “el alcalde no se ha movido con suficiente intensidad para que las autoridades municipales realmente hagan su trabajo”.
Además de que en el documento que le fue entregado al alcalde de Chapala se manifiesta que la policía no quiere asistir y argumentan que: “tengo cosas más importantes que hacer”; además, el director de Bomberos de Chapala no se presenta en tiempo y forma cuando se le llama, denuncian en la carta.
Para mostrar el daño que hacen a la comunidad extranjera, una de las integrantes ejemplificó con sus vivencias. “A mí me mataron varios [perros] hace muchos años y fui a parar al hospital muchos días; o sea, en shock, entonces cuando esto le ocurre a gente que sí tiene a sus mascotas como sus hijos, se te desbarata la vida”, expresó la entrevistada.
Para los extranjeros retirados, vivir con su mascota es importante, ya que los consideran como sus hijos y su pérdida es catastrófica, tal como Jann, una extranjera a quien le envenenaron su perro. “Ella se quería morir y llora cuando habla del asunto”, dicen los extranjeros preocupados por la muerte de perros en la pintoresca población.
En la carta hacen un llamado a las autoridades para frenar las intoxicaciones, además de señalar que están haciendo un mal a la ribera, ya que, según ellos, “los extranjeros que son los que ha levantado los servicios, la limpieza y el turismo, son gente que han levantado esta parte de México y ellos amargándose y largándose dejan una ribera de Chapala desagradable, aplastada y humillada”.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala