por Paula Hernández R.
México se caracteriza por sus ricos puestos de tacos, tortas y tamales, así como sus deliciosas fondas y sus abundantes tiendas de abarrotes, “tienditas de la esquina”. Pero, ¿qué tienen en común todos los anteriores? La mayoría de ellos son negocios informales, negocios que como muchos otros se encuentran apartados de la ley y la reglamentación aplicable a los mismos, pero, ¿qué significa y qué representa esto?
Los llamados negocios informales, que hacen de la Economía Informal un serio problema en México, son aquellas unidades económicas que, sin realizar una actividad ilícita, su operación se encuentra fuera de lo establecido por la ley o los reglamentos aplicables. Es decir, son unidades económicas que violentan disposiciones de carácter mercantil, laboral y fiscal.
Para el 2015, la medición de la Economía Informal indicó que el 23.6% del PIB se produce en estos negocios informales y son estos mismos negocios los que emplean al 57.9% de la población ocupada, mientras que el 76.4% del PIB restante se genera en el Sector Formal con el sobrante 42.1% de población ocupada, según datos y mediciones del INEGI.
Pero, ¿qué esto? El hablar de una Economía Informal implica afectaciones de carácter laboral, fiscal y, por supuesto, económico, puesto que estos negocios informales no amparan a sus empleados en términos de seguridad social. Por otra parte, disminuyen la base tributaria y pone en situación de desventaja a los negocios informales.
En el ámbito de afectación laboral, nos encontramos con que el 11.3% de los negocios no están registrados en lo absoluto, y que el 12.3% de los negocios, si bien están registrados y cumplen parcialmente con sus obligaciones, no cuentan con el amparo del marco legal en materia de seguridad social y prestaciones laborales. Es en este tema donde vemos afectaciones a los trabajadores, que evidentemente no cuentan con cobertura médica, con planes de retiro, de cesantía o vejez.
Respecto del ámbito fiscal, es indudable su afectación. El problema radica en la falta de pago de contribuciones (impuestos, derechos, etc.), constituyendo para todos un problema, ya que al disminuir la base tributaria, las autoridades se ven obligadas a subir la tasa impositiva (impuestos), y esto termina por afectar directamente a los negocios del Sector Formal. Esto se traduce en un incremento de precios para los consumidores, y es aquí donde vemos la tercera implicación, la económica.
El ámbito económico se ve afectado cuando los precios ofertados por el Sector Formal se incrementan por los motivos mencionados anteriormente, y los precios ofrecidos por el Sector Informal disminuyen, consecuencia de costos menores, resultando que los negocios formales pierden la competitividad, obligándose a actuar fuera de la ley, como los demás negocios.
Es importante para el crecimiento económico de México encontrar una estrategia que ataque directamente el Sector Informal, invitándolos mediante incentivos a actuar dentro de la ley, formalizar sus negocios y sin afectar a los que ya se encuentran regulados.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala