El olor que despiden los orines en los cajetes de la plaza y algunas bancas, así como heces en las banquetas, obligan a los turistas a buscar un mejor lugar para apreciar las hermosas vistas que ofrecen las pintorescas calles de Ajijic
8 a 10 perros que deambulan en la plaza que ya están esterilizados por lo que asegura que ya no se reproducen. Foto: D. Arturo Ortega.
Arturo Ortega (Ajijic, Jal).- Los perros en las calles se han convertido en una problemática social que afecta tanto a comerciantes como a visitantes de la población con más residentes extranjeros de Estados Unidos y Canadá.
Las quejas por incidentes de agresiones en contra de los transeúntes y las múltiples eses en las aceras del pueblo son una constante que da una imagen que no desearía un pueblo que busca ostentar la categoría de Pueblo Mágico.
La falta de cultura y responsabilidad hacia sus mascotas por parte de la ciudadanía, la falta de un reglamento que regule el comportamiento de los dueños cuando sacan a pasear a sus canes a la vía pública, además de la falta de una perrera que controle la proliferación de animales sin correa que deambulan en las calles, han hecho que exista conflictos entre los defensores de los derechos animales, las autoridades municipales y la población.
La situación se agudiza en lugares de atractivo turístico como la plaza de Ajijic.
Liza Brenda Cruz Núñez, propietaria de una cafetería desde hace seis años en una de las zonas más concurridas para los turistas, afirma que la problemática de la proliferación de perros sin correa se ha incrementado desde que cuatro perros grandes deambulan entre las mesas de la clientela de su negocio.
Los pelos que vuelan cuando se sacuden, las quejas por animales que asoman su nariz sobre la mesa cuando degustan sus alimentos y los enfrentamientos de los clientes extranjeros quienes consideran una agresión hacia su persona cuando corren a los perros sin correa del local, la han llevado a la desesperación y a un estado de depresión, porque en el municipio no hay a quien acudir para resolver estos incidentes que considera ponen en riesgo la estabilidad de su negocio.
Liza Brenda reconoció que al principio sus empleados alimentaban a los perros, mas ahora son los mismos clientes quienes los alimentan entre las mesas a las que da servicio, ocasionando que los perros permanezcan en su negocio.
Quien también es propietaria de una perrita rescatada de la calle está dispuesta a apoyar con recursos constantes para que exista una guardería o perrera, un lugar adecuado para los perros que considera no tienen dueño; esto a pesar de que en meses pasados se le acusó en redes sociales por maltrato animal y presunto envenenamiento de algunos canes de la delegación, aunque nadie presentó pruebas que la incriminaran.
José Durán, un pintor y artesano, quien vende su trabajo en el Callejón del Arte de manera cotidiana desde hace varios años, afirma que lo más desagradable de la proliferación de perros es que todos los días, antes de instalar su puesto de bisutería, tiene que recoger las heces de los perros sobre el andador y entre los cajetes para que los clientes no se lleven una mala impresión.
Durán Considera que Ajijic debería estar pensando en resolver la problemática de los perros antes de pensar en llegar a ser Pueblo Mágico debido a las agresiones que ha presenciado de los animales en contra de ancianos y jóvenes que pasan por el lugar.
Para el artesano, los negocios como la carnicería de la esquina y la cafetería de enfrente no deberían alimentar a los perros, porque considera que en parte provoca que no se retiren del lugar. Agregó que los perros que rondan en la plaza tienen dueño, pero los propietarios de las mascotas no se hacen responsables de ellos, por lo que haría fala una estancia para los perros y un reglamento que responsabilice a los dueños.
La defensora de los animales y perteneciente al grupo The Lake Side Friends of The Animals de Ajijic, Paola de Waterloot, identifica de 8 a 10 perros que deambulan en la plaza que ya están esterilizados por lo que asegura que ya no se reproducen.
Paola ha tomado fotos para promover la adopción de los animales o la identificación de sus dueños legítimos. Agregó que a pesar de que existen varias asociaciones en Ajijic, se necesita el apoyo de la ciudadanía porque los albergues están llenos y los rescatistas están saturados de trabajo.
En este sentido, sentenció que también existe una necesidad imperante para que las personas que tienen un perro se eduquen a dejarlos en sus casas, y si no los quieren en sus casas, es mejor que no tengan perro. Por ello considera que es urgente la aprobación del reglamento de protección animal y la instalación de un alberque ´por parte de las autoridades.
El regidor Alberto Alcántar Medeles, titular de la comisión de Ecología, elaboró una propuesta de Reglamento Municipal de Protección Animal que fue probada por los regidores en sesiones de cabildo pasadas, con la observación de que se hicieran algunos cambios.
El reglamento regresó a la comisión de Reglamentos para su inspección y cambios elaborados en base a la opinión de la ciudadanía y rescatistas de las diferentes asociaciones que protegen a los animales; sin embargo, el reglamento aún no ha visto la luz para su aprobación definitiva.
En el reglamento propone la creación del departamento de Protección Animal y responsabiliza a los dueños de los perros a sacarlos a la calle con correa y a multar a los dueños en caso de que deambulen por las vías públicas.
El regidor reconoce que existe un reglamento a nivel estatal, pero el Ayuntamiento no cuenta con los recursos necesarios para llevarlo a cabo y hacerlo valer mientras que su propuesta presentada en el mes de octubre del 2016 sigue atorada en comisiones.
Mientras tanto, el olor que despiden los orines en los cajetes de la plaza y algunas bancas, así como heces en las banquetas, han orillado a un par de turistas de Guadalajara, quienes prefirieron no ser identificados, a buscar un mejor lugar para apreciar las hermosas vistas que ofrecen las pintorescas calles de Ajijic.
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