“La respuesta del pueblo ha sido negativa. Los invitan a bailar y no les dan ni un vaso de agua ni las gracias les dan, y han pedido ayuda a padrinos, pero no les dieron nada”, lamentó la maestra Judith Olivares.
El ballet Xicantzin está conformado por niños de tres a 28 años. En la foto la maestra Judith al centro. Foto: Cortesía.
Domingo Márquez. – El poco apoyo de la comunidad de Ajijic hacia el ballet folclórico que lleva el nombre de una de las fundadoras de la población no ha mermado el entusiasmo de la maestra Judith Olivares, quien por veinte años consecutivos ha dirigido el ballet Xicantzin.
“La respuesta del pueblo ha sido negativa. Los invitan a bailar y no les dan ni un vaso de agua ni las gracias les dan, y han pedido ayuda a padrinos, pero no les dieron nada”, lamentó la maestra Judith Olivares.
Añadió que cuando se fueron de gira a Veracruz, los jóvenes se dieron a la tarea de buscar a personas claves que les apoyaran con el viaje, aunque en un principio accedieron, “a la mera hora no recibieron nada”. Aun así, el ballet se fue de gira, expresó Judith.
El ballet de jóvenes Xicantzin, que en lengua coca significa “alegría”, de acuerdo con lo investigado por la maestra, comenzó actividades en 1998 en la población de Ajijic, cuando Judith tenía 16 años.
El ballet inició con un grupo de baile infantil formado por integrantes del ballet folclórico Real de Ajijic, del cual Judith formó parte. Con el tiempo se quedaron a cargo del mismo Isabel Reyes, Melisa Higuera y Judit, pero finalmente fue esta última quien continuó con el ballet que el domingo 22 de julio celebró su vigésimo aniversario con una presentación en la explanada del Centro Cultural Ajijic (CCA).
Aunque la maestra también ha encontrado poco eco para que los jóvenes de Ajijic participen en el ballet, sí ha obtenido buena respuesta de los provenientes de Jocotepec, San Juan Cosalá y San Antonio, además de que los niños que conforman el ballet infantil Xicantzin, todos son de Ajijic, platica orgullosa.
“En el pueblo es muy difícil, la gente es cerrada…Hay jóvenes de Jocotepec, de San Antonio, San Juan Cosalá. Sólo cuatro mujeres son de Ajijic, en el ballet grande”, expresó la entrevistada, quien dirige actualmente el ballet conformado por 15 jóvenes y 12 niñas.
Para Judith, estos veinte años al frente del ballet han sido de “altas y bajas” y “falta de apoyo” hacia los “jóvenes que se ven entusiasmados”, pero poco impulsados por falta de financiamiento. Como es maestra en el Estado, según lo expresado, no puede acceder a los fondos de programas gubernamentales por parte de la Secretaría de Cultura y tampoco recibe ayuda de la iniciativa privada.
Para Natalie, quien recorre más de 30 kilómetros para venir a ensayar a Ajijic, pues vive en Jocotepec, así como Juliana de San Juan Cosalá, o María José de la población de San Antonio Tlayacapan, concuerdan en que vale la pena venir a practicar hasta la pintoresca población, pues los retoques musicales que la maestra Judith les pone a las piezas del ballet Xicantzin y la creatividad de las coreografías, hacen inmejorable la experiencia.
“Destacamos la creatividad, y la música. La música [de otros ballets] me aburría. La maestra [Judith] la retoca, el Jarabe [Tapatío] es más corto y rápido que otros ballets y el vestuario es con diseños originales” (sic), concuerdan las chicas entrevistadas.
Evelyn, de 11 años, cuenta que llegó a la agrupación cuando tenía nueve, porque su mamá la animó a que se metiera. “Empecé a venir unos días y me gustó mucho. Los bailes son complicados, pero vale la pena el esfuerzo”, expresó la menor con seguridad.
Para Judith, quien se muestra orgullosa de al menos una vez al año estrenar coreografía en el ballet, estos 20 años le han dejado cosas buenas y malas, sin embargo, se muestra contenta con lo realizado.
“Hago lo que me gusta por amor al arte, hasta que me aguanten mis rodillas. Los que están conscientes, saben que el dinero [que se obtiene en el ballet] es para seguir creciendo”, mencionó Judith.
“Se les cobra 200 pesos al mes [a cada alumno] que se utiliza para vestuario. El año pasado se invirtieron 70 mil pesos en trajes para los grandes y 40 mil en vestuario infantil. Sí recibo de Cultura [Un pago], pero si se necesita para los vestuarios, mi paga también la meto”.
Para saber:
El ballet Xicantzín ensaya por las tardes en el Centro Cultural Ajijic de miércoles a viernes.
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