Por Javier García Duarte
YA NO SABE SI REÍR O LLORAR
Mire usted, que las cosas no están como para andar haciendo leña del árbol caído. Con un rosario de acontecimientos desafortunados, el gobierno que encabeza Moy Anaya ha pasado del rojo frenético al morado asfixia y por último al cían premortuorio. Como decía mi “agüe”: «Tá bien el encaje, pero que no sea tan ancho». Y es que sus huestes pedían a voz en cuello que le dieran tiempo para «demostrar de su capacidad como presidente municipal» que «los hechos de violencia son ocasionados por aquellos que lo quieran ver fracasar». Que «es normal la violencia por el cambio de gobierno» (lo que sea que eso signifique).
Sin ánimo de leñador, pero si con intención de quitar tronos que obstruyen el camino de un buen destino que es la meta de los chapalucos, llamemos al PAN pan y al [color] vino, vino MORENA. Porque si bien el presidente de los naranjas no da una, los demás regidores «no cantan mal las rancheras». Cuando el pasado lunes 18 se integró el Consejo Municipal de Seguridad se vio lueguito que el gobierno de Moy va de lo importante a lo urgente, y ahora ya a la improvisación. Se vio que el citado consejo se «armó» “con los que están”. De quince miembros sólo asistieron trece. Los dos que faltaron, según el pase de lista, fueron los representantes de la policía y Fiscalía en el Estado. En los discursos no faltaron quienes se desgarraron las vestiduras por el palitroque que representa que ante la escalada de violencia los gringos dejen de vivir en Chapala. Con la consecuente fuga de billetes verdes como derrama entre toda la población; el apunte es muy loable. Pero, ¿qué cree usted? Dentro del consejo no había ningún güero de habla inglesa.
CUÁNDO NO LE LLUEVE LE LLOVIZNA
Pos’ ahí tienen usté. Que apenas se había anunciado la integración del consejo y ándale que les cayó el chahuistle a polis anfibios. Y, ¡oh sorpresa!, traían «conqueso» pa’los «churros y los charros» que les gusta el «pase» de la muerte. Con la detención de siete de los 18 anfibios destacamentados para la vigilancia del lago, la fiesta del presidente naranja se vio opacada. Por la detención de quienes se supone debieran evitar el trasiego de enervantes y la posterior «renuncia” del directo de la policía municipal, que era un evidente compromiso político, con la fallida administración de Manuelito Haro, y daba más de cal que de arena. Y, para colmo, al recién llegado lo reciben los malandrines con un ejecutado allá por el libramiento. ¡¿O sea, ves?! Wellcome to happy paradise, version Moy’s world toy.
QUE YA ESTÁ A LA VISTA EL 2021
Pos, si uno fuera mal pensado, diríamos que la nave blanquiazul del municipio sigue su rumbo hacia la presidencia. Que los resultados del pasado proceso electoral los fortaleció y los libros del tamaño bronconón, al que se está enfrentando la administración actual. Los de las huestes de María, como los submarinos, navegando bajo el agua con su alégrate, ya empezaron a periscopear el 2021. El submarino albiazul capitaneado por Alejandro, que trae de contramaestre a Lilia Alvarado ya tiene luz verde con rumbo al 2021.
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