Raúl García Martínez e Yrene Miranda Navarro, ambos maestros jubilados, comentaron que sus familias son oriundas de Jocotepec y que en su mayoría son trabajadores de la educación
Miguel Cerna.- Tras las acusaciones de amenaza de muerte e influyentismo que les adjudicaron durante la toma de la escuela José Santana el pasado 28 de marzo, la familia García Miranda dijeron ser una familia de bien, que lejos de polemizar el tema, esperarán a que el problema se resuelva por la vía legal.
Raúl García Martínez e Yrene Miranda Navarro, ambos maestros jubilados de 72 y 70 años de edad, respectivamente, comentaron que ambas de sus familias son oriundas de Jocotepec y que en su mayoría son trabajadores de la educación, por lo que nunca se han visto envueltos en escándalos de ningún tipo.
“Nosotros no queremos hacer una controversia con lo que se escribió en el periódico, ni contra lo que alguien dijo. Lo único que me interesa es que se sepa que mi familia es una familia normal. Todos trabajamos en la educación. Mi esposa y yo somos jubilados y únicamente queremos paz. Siempre hemos tenido armonía en el pueblo, nunca hemos tenido problemas con nadie”, comentó Martínez García.
Como padres, se dijeron dolidos de las acusaciones que se hicieron en contra de sus hijos, pues consideraron que además de no tener sustento, dañan el prestigio que el tiempo y su labor en la comunidad les ha conferido.
“Mi esposa y yo hemos tratado de inculcarle a nuestros hijos valores y conducirlos en un marco de legalidad, que entiendan que la libertad de una persona termina donde inician los derechos del otro. Si ellos [quienes los acusan] consideran que pueden hablar así, tienen que probarlo. Nosotros no queremos probar ni desaprobar nada, hay una autoridad que se tendrá que hacer cargo de esta situación”, apuntó el padre de la familia.
Por su parte, su hijo Raúl García Miranda, uno de los directamente señalados en el conflicto, negó categóricamente que alguien de su parentela haya realizado algún tipo de amenaza hacia Ricardo González Amador, director de la primaria José Santana, pues aclaró que son una familia de bien, que no es problemática “ni más buenas, ni más malas que los demás, somos personas normales”.
García Miranda, actual docente de la escuela, lamentó que la situación haya escalado al punto de que el director haya tenido que ser custodiado por un policía armado dentro de la escuela, pues consideró que únicamente se generó pánico entre los padres de familia y los alumnos.
“Todo esto es desinformación. Los padres que están ahí [en la manifestación] están desinformados. La visión que ellos tienen no es veraz porque involucran a personas en otros hechos que no tienen nada que ver, entonces con la desinformación y si es de violencia, lo único que causan es pánico y caos, y eso no está bien que suceda en una escuela; ni en esta, ni en ninguna”, manifestó.
Tanto Raúl García como Yrene Miranda se desempeñaron como directores de la escuela José Santana. Él por 10 años [más 11 como docente] y ella por 13 años. En total, la pareja de jubilados trabajó por 45 años como servidores públicos.
“Mi esposa y yo somos jubilados, fuimos servidores públicos durante 45 años en diferentes ámbitos. Casi todos en la educación y nunca estuvimos involucrados en situaciones de escándalos, ni de amenazas, y si había mentiras, se clarificaban”, concluyó.
Lejos de polemizar o crear una controversia ante las acusaciones de las que son objeto, la familia esperará a que el conflicto se resuelva por la vía que establezca la Secretaría de Educación Jalisco.
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