Los escurrimientos de la basura en el vertedero son alrededor de 10 a 12 veces más altos que los del drenaje de la población
Los escurrimientos de la basura (lixiviados) afectan los recursos hídricos de la región, especialmente el agua subterránea cercana y al Lago de Chapala, concluye la investigación realizada por los profesores del CETAC 01, María Aparicio Cid y Antonio Flores Plascencia.
Miguel Cerna. – La desatención del vertedero podría costarle caro al municipio de Jocotepec. El sistema de pozos que abastece a la población, el agua subterránea y hasta el Lago de Chapala, están en un riesgo latente de contaminarse por la filtración de los escurrimientos de la basura.
De acuerdo con un estudio realizado entre mayo del 2009 y abril de 2017, por los académicos del Centro de Estudios Tecnológicos en Aguas Continentales (CETAC 01), María Aparicio Cid y Antonio Flores Plascencia, la concentración de contaminantes en los líquidos de la basura son alrededor de 10 a 12 veces más altos que los del drenaje de la población.
La investigación, titulada “Evaluación del Impacto Ambiental de los Lixiviados del Vertedero de Jocotepec”, concluyó que los escurrimientos afectan los recursos hídricos de la región, especialmente el agua subterránea cercana y al Lago de Chapala.
Además de que el abastecimiento de la población, que se basa en un sistema de pozos localizado en un radio de 25 kilómetros alrededor del basurero municipal, puede contaminarse con los lixiviados.
El presidente del ejido La Loma, Pascual Torres Ramos, donde se ubica el vertedero que está simbólicamente clausurado y aún en llamas desde marzo del año pasado, urgió la atención de las autoridades antes de la temporada de lluvias para evitar que los escurrimientos lleguen al lago.
“Encima del vertedero hay una mesa como de unos ocho o 10 kilómetros y toda el agua del pluvial cuando llueve viene a dar ahí, porque ahí era un nacimiento de agua, precisamente ahí en donde hicieron el vertedero. De ahí, el agua baja por el arroyo de la cantera (que llega hasta el lago), y es un agua color prieta, horrible”, comentó preocupado.
El estudio analizó la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO) y la Demanda Química de Oxígeno (DQO) de los lixiviados, resultando con 3 mil 500 miligramos por litro y 6 mil 500, respectivamente, que aunque son similares a los de la media nacional para este tipo de escurrimientos, son de 10 a 12 veces más altos que los del drenaje de la población. La descarga promedio durante el tiempo en el que el vertedero estaba activo alcanzaba los 10 mil 000 litros por día.
Además de las altas cantidades de contaminantes, la investigación expone muchas de las anomalías con las que funcionó por más de 20 años el vertedero, incumpliendo con las especificaciones de la NOM-083-SEMARTNAT-2003.
“No cuenta con pozos de monitoreo de agua subterránea, a fin de evaluar el PH, sólidos totales disueltos, demanda bioquímica de oxígeno, metales y otros parámetros. No presenta un sistema de medición de las emisiones de gases. No incluye un sistema de tratamiento de lixiviados, los cuales forman un lago, se escurren o se infiltran al subsuelo”, se lee en el estudio.
Pese a que por normativa el basurero solo debía recibir residuos domésticos, el estudio encontró todo tipo de desechos como baterías de litio, envases de agroquímicos, cadáveres de animales provenientes del rastro, residuos electrónicos y otro tipo de deshechos considerados como peligrosos.
Respecto a la publicación de Semanario Laguna sobre las afectaciones a los ejidatarios con el envenenamiento de al menos 50 vacas por beber los lixiviados (edición 372), el presidente municipal de Jocotepec José Miguel Gómez López aseguró que se les está devolviendo lo que pagaron de predial en especie, es decir, con alambre de púas y demás materias, para evitar que el ganado se acerque al vertedero.
Más que las afectaciones económicas, para el representante de los 41 ejidatarios de La Loma, la clausura oficial del vertedero pondría fin a un problema con el que han cargado desde 1998 y que tiene serias afectaciones al medio ambiente.
“Yo le dije (al presidente), ahorita estamos en un tiempo bueno para no darle tiempo a que se venga el venidero de las aguas y ganarle para que el agua que llueva ya no se contamine, ni contamine el vertedero. Arriba son nacimientos de agua, a fuerzas en tiempos de agua pasa por ahí, como se va minando, se va filtrando”, concluyó.
Aunque ya se lograron recaudar 2 millones de pesos para este fin, la burocracia tiene atorado el trámite, compartió Gómez López, pues están a la espera de que tanto la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Lago de Chapala, como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, liberen el recurso para iniciar con los trabajos de clausura del vertedero.
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