Tras su llegada a Chapala, ayudó a formar la escuela Secundaria por cooperación J Encarnación Rosas, donde fungió como director.
Jorge Hernández Galván es uno de los profesores que más ha aportado a la educación del municipio.
Manuel Jacobo (Chapala, Jal).- Llegó a Chapala por casualidad, como inspector de ganadería y se quedó en el municipio, cautivado por el mundo de la pedagogía. Jorge Hernández Galván es uno de los profesores que más ha aportado a la educación del municipio.
Su barba larga y blanca deja ver lo más de 70 años que ahora tiene; un bastón le ayuda a caminar, pero su mente se mantiene firme y lucida, la juventud se hace presente en su hablar.
Actuó como fundador de diversas instituciones, director de algunas de ellas y como profesor en otras más. Inició su camino en el mundo de la enseñanza en la secundaria número seis de Guadalajara, ciudad donde nació.
Tras su llegada a Chapala, ayudó a formar la escuela Secundaria por cooperación J Encarnación Rosas, donde fungió como director.
Armando Raygoza, uno de sus exalumnos, recuerda que Jorge llegó en una época donde el maestro era el segundo padre: “el padre de familia iba y te entregaba y le decía: no más le encargo los ojos. Era la pedagogía de antes, que la letra con sangre entra”, recordó a la par que señalaba que él no era un maestro muy convencional, pues se empeñaba en que sus alumnos se dedicaran a estudiar y siempre los sorprendía con los exámenes.
Fue también fundador en la escuela por cooperación “Q.F.B Ma. Luis Bañuelos de O”, de Ixtlahuacán de los Membrillos. A mediados de los años 70´s, participó también en el establecimiento de la Escuela Preparatoria por Cooperación incorporada a la Universidad de Guadalajara, donde ocupó el cargo de director durante seis años.
Su labor docente continúo en la Escuela Secundaria Foránea Número Uno “José Vasconcelos”, donde fue catedrático y director encargado hasta por tres ocasiones. Ahí demostró su amor por la historia ya que había estudiado arqueología y paleontología en Michoacán.
Contrajo matrimonio con la maestra Carmen Luz Salazar Villarruel, con quien tuvo dos varones y una mujer como fruto de su amor. Pese a las diferentes profesiones de sus descendientes, su hija Jetzin del Carmen, es la única que eligió seguir el ejemplo de sus padres.
Actualmente Jorge Hernández Galván vive en la casa del maestro jubilado, ubicada en Zapopan lugar donde ocasionalmente acude su familia a visitarlo.
Se llena de emoción al saber que la educación en Chapala se ha actualizado, pero pide a los maestros que no olviden el sentido humanista y científico de la educación.
El profesor, que recibió durante años el cariño y gratificación de la población de Chapala, volvió a sentir la calidez de la gente al recibir su reconocimiento por la aportación a la educación del municipio, junto con las maestras Antonia Santiago Ávalos y María López Zermeño, el pasado 15 de mayo en Chapala.
Actualmente el profesor Jorge Hernández Galván se dice estar orgulloso su profesión y no se arrepiente de haberla ejercido con valor y principios.
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