Para Esperanza Álvarez, la propietaria, la atención al cliente y la calidad del trabajo son fundamentales, por lo que nunca ha recibido una queja
La Casa de la Novia se ubica en la calle Degollado 383, entre la Avenida Principal y Juárez, en la zona centro. En esta dirección se encuentra desde hace siete años (2011).
Arturo Ortega (Chapala, Jal). –La variedad, calidad y más de 40 años de experiencia de Esperanza Álvarez en la confección de vestidos de novia, 15 años y primera comunión han distinguido a la Casa de la Novia desde que abrió sus puertas en Chapala, en el año 2001.
Esperanza recordó que, a 19 años de haber iniciado su negocio, ahora cuenta con venta de ropones para bautismos, vestidos para ceremonias, vestidos de princesas para las niñas que cumplen años; además de que se ofertan toda clase de artículos que pueden ser personalizados a gusto de los novios, quinceañera o de los padres cuyos hijos recibirán la primera comunión o serán bautizados.
En La Casa de la Novia la atención al cliente y la calidad del trabajo son fundamentales, por lo que nunca se ha recibido una queja en cuanto dichos aspectos, por lo que tal confianza ha llevado a Esperanza a asegurar a sus clientes que, si no quedan satisfechos, no pagan las prendas, lo que hasta la fecha no ha ocurrido.
Los diseños personalizables que realiza la señora Esperanza han trascendido fronteras, pues asegura que cuenta con clientes de Estados Unidos que vienen exclusivamente buscando sus vestidos para ocasiones importantes, incluso ha contado con clientes del continente europeo que han lucido sus modelos de trajes tradicionales, como el de la escaramuza y modelos charros personalizados para dama.
Esperanza, quien a los 21 años empezó en el ramo de la costura, reconoció que en Guadalajara los precios pueden ser más económicos, sin embargo, la calidad del trabajo personalizado, el tiempo y el dinero que las personas van a gastar para trasladarse hasta allá, son factores que los clientes deberán considerar a la hora de adquirir un vestido para boda o fecha importante.
A sus 63 años, la señora Esperanza se siente agradecida con los clientes que la han seguido a pesar de los muchos cambios de domicilio que ha realizado durante todo este tiempo, y que ahora la han llevado a ubicarse calle Degollado, número 383, desde hace siete años.
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