Consejo ciudadano de cultura en Chapala
El columnista Santiago Baeza. Foto: cortesía.
Este lunes quince de julio, el ayuntamiento de Chapala instalará formalmente el consejo ciudadano de cultura de este municipio. He sido invitado a formar parte de él, junto con un nutrido grupo de destacados artistas y promotores culturales que habitan en la zona.
Durante nueve años seguidos participé en la administración pública, precisamente diseñando y ejecutando políticas públicas en el ámbito cultural. Primero, como director de cultura de Guadalajara, luego como director de actividades culturales en la secretaría de cultura del estado y, finalmente, como asesor en la secretaría de educación en Jalisco.
Sin embargo, esta será la primera ocasión en la que colaboro no desde una posición de gobierno, sino con un perfil netamente ciudadano; y si decidí aceptar, fue porque en esta tierra he vivido, ya de forma acumulada, cerca de cinco años (no pienso moverme de aquí en mucho tiempo) y porque aquí también tengo descendencia. En lo que yo colabore por Chapala, repercutirá directamente en mí y en la gente que me rodea -conocidos y desconocidos-.
Creo firmemente en que todo ser humano tiene derecho a desarrollarse plenamente en lo individual y en lo social. Tener una vida digna no solo radica en un techo y en un ingreso, también implica la oportunidad acceder a una formación integral que nos permita ser partícipes de una educación digna y el acceso e interacción a una identidad cultural rica y potente, que nos conmine a conocernos en lo personal y reconocernos en lo comunitario.
Me queda claro que el gobierno tiene la enorme responsabilidad de generar las condiciones para que la sociedad tenga acceso a los productos culturales que esa misma comunidad produce, promueve y consume, pues todo patrimonio cultural, tangible e intangible, es propiedad de la gente y no del gobierno.
Debido a que los ayuntamientos tienen la responsabilidad de otorgar los servicios públicos más básicos, en ellos recae la obligación primaria de promover políticas culturales en beneficio de su propia población, tomando en cuenta principios como la diversidad, la subsidiariedad, la integración y la autorregulación de la colectividad (en lugar de la censura gubernamental).
Me parece fundamental que el área ejecutiva de cultura en cualquier ayuntamiento se apoye en la sociedad, representada en un consejo de gente con experiencia y vínculos directos en este sector, esto es, artistas de diversas disciplinas, gestores, promotores y hasta empresarios del área cultural,
Pero el consejo ciudadano debe tener muy claros sus alcances y objetivos. En ninguna circunstancia debe invadir las funciones del gobierno, pues no le corresponde asumir responsabilidades ejecutivas, sino acompañarlo en su gestión, evaluando normatividades y proyectos; así como proponiendo ajustes y nuevas iniciativas, siempre a consideración, ya sea del regidor o del director de cultura, según sea el caso.
Esta iniciativa del ayuntamiento de Chapala es necesaria y oportuna. Abre la oportunidad de que las políticas culturales del municipio tengan objetivos claros y mayores alcances sociales, ya que los programas y acciones de la institución, diseñados casi siempre en un escritorio gris, en alguna oficina burocrática, tendrán ahora un filtro ciudadano que garantice su enriquecimiento.
Aplaudo la preocupación de Edith González, regidora de cultura y de Gastón de la Torre, director del área, por ciudadanizar su gestión en el gobierno de este municipio. Creo que, hasta ahora, en materia de políticas públicas culturales, ha sido su propuesta más trascendente, porque abre la puerta a nuevas iniciativas y fomenta la participación social. Espero estar a la altura de esta invitación.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala