Para la jugadora del equipo femenil de fútbol Charales, el apoyo de sus familiares fue una pieza clave para el desarrollo de la confianza en sí misma
Iván Ochoa | Chapala, Jalisco. – Para Galilea Velázquez Murillo, originaria del pueblo de Silos -del municipio de Tlajomulco de Zúñiga-, y quien en la actualidad juega en el equipo femenil de Charales, “salir del clóset” fue más sencillo de lo que creía, pues antes de hacerlo público ya contaba con el apoyo de sus papás y amigos.
A los 15 años, Galy ya estaba consciente de lo que quería en su vida, sin embargo, prevalecía el temor sobre la reacción de sus padres y familiares; pese a los obstáculos sociales que creía tenía que afrontar, siempre tuvo presente que lo primordial era estar bien consigo misma.
“Qué van a decir, cómo van a reaccionar (…). Prefería estar bien conmigo misma que con los demás, primero sentirme mejor yo”, manifestó sin dejar de soltar unas lágrimas pues, pese la aceptación social en su entorno por su preferencia sexual, la auto aceptación no fue sencilla pues le tocó conocer casos de odio hacia personas con su misma orientación.
Afortunadamente para Galy, no todos piensan igual, ya que sus padres le dieron todo el apoyo, aunque sin dejar de reprocharle la falta de confianza:
“Fue un golpe duro, pero porque no confió en mí, a pesar de que yo le di la confianza, de que yo hablé con ella y le dije. Sí sentí feo en ese aspecto, pero ha evolucionado mucho en eso con ella”, expresó con mucha firmeza su madre Marisela Murillo López de 46 años. “Yo también me siento mal porque nunca me dio la confianza”, abonó su padre, José Luis Velázquez Ruiz de 54 años.
Y es que, para sus padres, de educación conservadora, no fue fácil su infancia: su madre fue etiquetada por su familia como machorra por jugar “con cosas de niños”, mientras que su padre tuvo que lidiar con muchas adversidades para salir avante con su plan de vida.
A pesar de la aceptación de sus progenitores, cuando el resto de los familiares se dieron cuenta de su orientación, hicieron bromas que llegaron a ser tan incómodas al punto de hacerla llorar. “Hay cosas que uno quiere decir, pero no le salen, a veces quiero dar confianza, pero a veces es difícil”, reveló.
Galy no tardó en descubrir a qué le iba dedicar su tiempo libre: el futbol. Y fue así cómo se adentró a un nuevo mundo en el que ya marcó camino, tanto en suelo local como en el municipio de Chapala, con los equipos de la Selección Femenil (SFC) y con el propio Charales, aunque para lograrlo, no dudó en enfrentar a sus rivales rostro a rostro.
Hasta hace unos meses, decidió hacer pública su relación sentimental con su ex pareja, aunque aún con miedo de compartirlo a cualquiera porque asegura que faltaba madurar en todos los sentidos, incluyendo las creencias de sus padres que practican la religión católica, pero para la familia Velázquez Murillo no ha sido una barrera.
“Como la iglesia no los acepta (la comunidad LGBT) y yo soy católica, mis decisiones ya son otra cosa y no voy a dejar las cosas que le gustan a ella y aparte no voy a cambiarme de religión por eso; yo soy católica y voy a seguir siendo católica hasta que Dios me lleve”, aseveró su madre Marisela Murillo López.
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