“LAS MUJERES INVISIBLES”.
La reinserción de las mujeres que han cometido algún delito, dentro del entorno social, es el objetivo primordial de la Ley Nacional de Ejecución Penal. En el Centro de Readaptación Femenil de Puente Grande Jalisco, actualmente se encuentran recluidas 419 mujeres, de las cuales 120 se encuentran sujetas al nuevo sistema de justicia oral penal.
Para ello el Estado implementa al interior de los penales diversos talleres, en el Centro de Readaptación Femenil de Puente Grande Jalisco, las internas tienen acceso a los talleres de: bordado, tejido de bolsas, y bisutería, lo que les permite mantenerse ocupadas, sin embargo, uno de los grandes pendientes con ellas, es que no tienen una remuneración justa por su trabajo, los sueldos oscilan entre los doscientos y trescientos pesos por semana, lo que las imposibilita para ayudar económicamente a sus familias, tomando en cuenta que la mayoría de ellas tiene hijos fuera de la penal.
Actividades deportivas, ceremonias religiosas, y algunas otras actividades de esparcimiento les hace más llevadera la vida en prisión.
Sin embargo la vida para muchas de las mujeres que se encuentran privadas de su libertad, dentro de la penal no es peor que la que tenían afuera, pues se encontraban inmersas dentro de un entorno familiar y social violento, muchas de ellas sienten más paz y seguridad dentro de las penales.
Ello es así, porque la mayoría de ellas vivían en un entorno en donde prevalecía la violencia, como fenómeno social, la mayoría de estas mujeres, fueron víctimas de maltrato psicológico, incluso lesiones físicas en todas sus dimensiones, algunas de ellas dejaron de ser víctimas para volverse victimarias, otras mujeres cometieron delitos incitadas por sus parejas, y algunas otras son víctimas sobre todo del anterior sistema de justicia, en el que, con tortura las obligaron a declararse culpables de delitos que no cometieron, y ahora todas enfrentan el castigo de encontrarse privadas de su libertad.
El fenómeno del abandono que sufren estas mujeres, es evidente, ya que a diferencia de los hombres que se encuentran recluidos, las visitas que reciben por parte de sus parejas, familiares y amigos durante su reclusión, son en cantidad mucho menor a las visitas que reciben los hombres, algunas de ellas jamás han recibido una visita, por lo que el sentimiento de abandono, en ellas se encuentra latente.
Pareciera que el hombre está concebido para romper con las normas sociales, y por tanto es más aceptado que ellos cometan delitos, a diferencia de las mujeres, a quienes no se les perdona el que cometan delitos, y por ello son prácticamente abandonas por familiares y amigos.
Olga es una interna que nos platicó su historia: ella está recluida por el delito de Parricidio, (por la muerte de su hija menor) fue condenada a 25 años de prisión, y lleva privada de su libertad ocho años, nos dice que es inocente, sin embargo fue torturada por los policías para confesarse culpable, siente que no tuvo una defensa justa, el abogado de oficio, no la ayudo a aportar pruebas necesarias que demostraran su inocencia, confiesa que ha sido difícil estar recluida, por un delito que no cometió, tiene dos hijos que están afuera, y que son su motor para seguir viviendo, confía en que pronto estará de nuevo con ellos, su proceso judicial continua, promovió un Juicio de Amparo con la finalidad de demostrar que es inocente.
Estas mujeres son consideradas por la sociedad como ”Malas Mujeres” y, por lo tanto, quedan despojadas de manera simbólica de los atributos positivos que les corresponden a las de su género, lo que las convierte en “las mujeres invisibles”.
Como parte de las actividades extracurriculares, alumnos de la carrera en Derecho de la Universidad Regional de Chapala, visitaron las instalaciones del Centro de Readaptación Femenil de Puente Grande Jalisco, a fin de conocer el sistema penitenciario.
Maestra en Derecho Mayra Verónica Ortíz Tejeda.
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