A pesar de que la presencia de los pelícanos es regular desde hace una larga temporada, no se ha implementado ninguna estrategia turística para la contemplación de aves endémicas y migratorias
Redacción.- Tras la llegada de los pelícanos borregones a Chapala, iniciada la temporada invernal, pocos turistas se han dado cita en el malecón para apreciar el atractivo natural que representan las parvadas de esta y demás especies que habitan en el lago, por el contrario, “atractivos” como volar en helicóptero, generan el alejamiento de estas aves.
Los pelícanos comienzan su viaje hacia el norte a mediados de abril, aunque pocos son los que se quedan todo el año, según explicó en entrevista el coordinador del Club de Observadores de Aves en Jocotepec, Jesus Carlo Cuevas González,
Cuevas González señaló que es común ver a los visitantes y habitantes de la Ribera alimentando a estas aves con pan u otro tipo de harinas que no les aportan proteínas y producen descompensaciones en el peso de los borregones.
Rigoberto Comparan, lanchero de la zona del malecón, cree necesario que para tener más presencia estas especies -como es el caso del municipio de Petatán, perteneciente al estado de Michoacán, que tiene un santuario destinado a los borregones-, se necesita colocar comedores para las aves.
El pescador Rodrigo Camarena, los alimenta con esqueletos de pescado y aclara que cada uno come entre seis y siete kilos, aunque no es el único que les proporciona alimento pues, el Ayuntamiento de Chapala también se encarga de esta tarea.
Fue a partir del año 2007, bajo la administración de Gerardo Degollado, cuando se comenzó a alimentarlos, lo que generó un aumento significativo en el avistamiento de estas especies.
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