Pero lejos de suprimir por completo la celebración, algunos ajijitecos arreglaran sus cruces, no pondrán toda la ofrenda, pero sí sacarán la cruz a la entrada de su casa
Los altares del Día de la Cruz en Ajijic se llenan de despensas y otros artículos.
Sofía Medeles/Domingo M. Flores.- Tradicionalmente, por estas fechas, Ajijic se llena de altares decorados con artículos para el hogar -despensas-, toritos de pirotecnia y hasta música de mariachis y tríos que enmarcan el homenaje que las familias hacen a la Santa Cruz en su Día: tres de mayo. Sin embargo, en esta ocasión -dada la pandemia-, la tradición no se celebrará, al menos no de manera pública, lo que ha dejado acongojados a los vecinos de la calle Francisco Villa y el Barrio de Las seis esquinas, donde la muestras de los altares son más vistosas y numerosas.
Pero lejos de suprimir por completo la celebración del Día de la Santa Cruz, algunos vecinos del barrio y la calle, arreglaran sus cruces; no pondrán toda la ofrenda, pero posiblemente sí sacarán la cruz, mientras que las cruces de cemento que hay en varias esquinas del pueblo, también se planea que sean adornadas.
“Esto nomás es un mal rato, ya el próximo año nos ponemos al corriente y hasta nos vamos a reír de lo que estamos pasando ahorita. Yo por mi parte ya estoy haciendo mi ahorrado para pagar la cruz que descolgué”, sentenció una vecina de la pintoresca población.
Este año, se prevé no sacar ofrenda, aunque algunos participantes piensan adornar su cruz afuera de sus casas. En la foto , la calle Francisco Villa, donde se colocan cada tres de mayo vistoso altares.
Por otra parte, una habitante de la calle “La Villa” cuenta que ella y sus vecinos se sienten desanimados por no tener la oportunidad, como en otros años, de compartir esta tradición con sus familiares y amigos, porque además de vivirlo desde la fe, lo conmemoran de manera alegre y divertida.
“Nosotros la neta andamos bien cabizbajos, porque teníamos fe en que a estas fechas ya estaríamos un poquito mejor, aunque sea para salir, pero pues no. De perdis todo esto que empezó hace más de un mes, entonces las ofrendas no se compraron y no se desperdiciaron”, reflexiona la entrevistada.
Para un vecino de la calle La Villa, algunos lejos de estar tristes por la “cancelación” del Día de la Santa Cruz, se sienten aliviados, ya que este año no tienen que reponer el monto de la cruz que descolgaron. “Pero mis vecinas andan bien alivianadas; no van a pagar lo que ya se echaron, pero pues de todos modos ya les tocará”, sentenció.
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