La obra sigue temporalmente suspendida por un amparo indirecto interpuesto por un ciudadano
Punto Niza es el desarrollo inmobiliario que se construye sobre la falda del cerro del Lourdes, y por la zona cruza un arroyo que conduce al Lago de Chapala. Foto: Manuel Jacobo.
Manuel Jacobo (Chapala, Jal).- Frente a un proyecto inmobiliario del cual el Ayuntamiento de Chapala no cuenta con un expediente completo y no sabe dónde está su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), el investigador del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Miguel Enrique Magaña Virgen considera importante contar con estudios geológicos de la zona.
Los estudios geológicos deberán incluirse en la MIA, y éstos servirán no sólo para dar sustento a las autoridades, a los ciudadanos sino que también a los propios constructores, pues la zona del cerro del Lourdes es un sitio que se está deslizando hacia el Lago de Chapala.
“¿Cuál es el riesgo? Independientemente del número de árboles o de la cobertura vegetal que hayan tirado, independientemente del manejo del suelo que hayan hecho y que están pendientes, y que van a afectar aguas abajo, deben de tener muy claro cómo está el subsuelo de este lugar”, señaló el investigador.
El entrevistado añadió que la zona, “ahí frente al Hotel Montecarlo, este cerro se está deslizando, el cerro se está patinando porque en la estructura geológica está sobre arcilla y el proceso del agua cuando viene un cambio sísmico es cuando se empieza a resbalar el cerro. El cerro va a hacía la laguna, algún día, no sé cuándo el cerro va a llegar hacia la laguna”.
También explicó que este tipo de procesos puede darse de un día para otro, o bien pueden tardar de 100, 200 o más años en pasar, y es por eso que casi nunca se consideran, sin embargo; edificios y construcciones cercanos ya muestran fisuras y grietas por esta razón.
Por tanto, el investigador considera importante (sin dejar a un lado el daño ecológico causado a la zona), es ver si la estructura geológica es segura y así tener claros los posibles riesgos que puedan tener los vecinos.
Añadió que no sólo la dirección de Planeación y Desarrollo Urbano no debió otorgar permisos sin antes tener la MIA, sino que el director de Ecología y Desarrollo Sustentable para el municipio de Chapala, tiene como obligación pedir este tipo de documentación. “Por eso hay un director de Ecología, por eso el señor cobra una mensualidad”, expresó.
“Para que pueda otorgar el municipio la licencia de construcción tiene que haber un dictamen de impacto ambiental, si el municipio no sabe (de la MIA), pues que lamentable porque ese es el trabajo del municipio, y yo estoy seguro que el municipio tiene un dirección de Ecología. La dirección de Ecología en lugar de estar del lado del patrón, que es su presidente municipal, tiene que estar del lado de la protección ambiental”, comentó vía telefónica el investigador.
Tras preguntar si la dirección de Ecología en Chapala, a cargo de José Guadalupe Jaime Ibáñez, tenía en su poder la MIA, éste se limitó a mencionar que el Ayuntamiento sí la tiene, pero “la entregaron después de la licencia de construcción”, eso a pesar de que cuando Semanario Laguna acudió a Planeación y Desarrollo Urbano no estaba en el expediente.
Ante la posibilidad de que la MIA exista y esté en la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET), o bien en la Procuraduría de Protección Estatal del Medio Ambiente (PROEPA), se deberá ver quién y bajo qué términos se aprobó dicho dictamen, pero aunque este medio consultó, no logró tener respuesta afirmativa.
Por el momento, la obra sigue suspendida temporalmente gracias a un ciudadano que interpuso un amparo indirecto.
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