El conjunto femenil de Charales de Chapala se coronó campeón al derrotar a Pequeñas Golden de El Salto
El Campo Municipal Juan Rayo fue testigo del campeonato de las ribereñas.
Iván Ochoa (Chapala, Jalisco). – Charales Femenil se proclamó campeón del Torneo Piloto Femenil Jalisco, al derrotar 2-1 (2-1 global) a Pequeñas Golden de El Salto.
El que pega primero pega dos veces, y tan solo le tomó un minuto a las ribereñas para hacer valer el cometido. Tras un cobro de tiro de esquina, la pelota salió rebotada al borde del manchón penal, justo a la ubicación de Rubí Aviña quien, sin presión alguna, sacó un disparo a bote pronto, y así encaminar a las de Chapala a una nueva corona.
El gol tempranero golpeó anímicamente a la visita; ligar de tres a cuatro pases seguidos se volvió misión imposible y a eso aunada a la presión del conjunto charal en terreno ajeno, imposibilitaba cualquier respuesta rápida del rival, aunque con el paso de los minutos, la visita comenzaba a ganar espacios. En el primer cuarto de tiempo, las de El Salto ya eran más que la visita: más posesión de pelota y más llegadas.
Treinta cinco minutos después Charales ya no tenía aproximación alguna al terreno rival o, al menos no con real peligro. Pero eso sí, la saga chapalense está bien asentada en su campo y sin ceder la iniciativa. A este punto del partido, la media cancha era fundamental para evitar cualquier embate ofensivo de la visita.
Cayó la noche y con ello el final de la primera mitad, Chapala se iba con la ventaja mínima, pero a 45 minutos de levantar otra copa.
Al reinicio de las acciones, las cosas no se movieron mucho. El partido seguía trabado en la media cancha. Ambos equipos sabían que la clave para llevarse el campeonato estaba en la media cancha. Uno de los dos tenía que arriesgar, pero quien tenía mayor urgencia era la visita. Y fue tanta la presión ejercida, que obligaron a la visita a usar el último recurso para detenerlas: la falta. Y en media hora ya tenía a la saga defensiva con la amarilla. Estaban limitadas.
Bien dicen que el ataque es la mejor defensa, y por ello las de casa empezaron a utilizar más ese recurso. La presión fue tanta que obligaron al rival a jugar en su propia cancha. Y tan solo tuvieron que pasar los minutos para que Rubí Aviña nuevamente se encontrara frente al arco y marcara el tanto que les diera la corona. 2-0, casi por sentenciado el encuentro.
Ya casi por acabarse el encuentro, la visita respondió con un tanto que, a ojo de buen cubero, fue visto como dudoso. Al final de cuentas contó, pero ya no sería suficiente porque el silbante dijo que no habría tiempo para más. Se acabó el libreto, Charales, en su primera experiencia en este torneo, son las nuevas monarcas.
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