El delegado de Ajijic planteó cambiar el arbolado por uno más apto para la zona norte de la plaza principal, lugar donde se realizan los trabajos de remodelación
En la lejanía, se puede percibir que el ficus Benjamina -derribado y posteriormente trasplantado- presenta daños en el follaje, síntomas de que se está marchitando.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.).- Será hasta marzo cuando se determine el monto de la multa por el derribo accidental de un Ficus Benjamina, durante los trabajos de remodelación de la parte norte de la plaza principal.
Y es que, a decir del director de Ecología del Ayuntamiento de Chapala, José Jaime Ibáñez, después de que fue trasplantado, se tiene que esperar a identificar cómo reacciona el árbol derribado por la empresa CEIESE Constructora y Edificaciones S.A. de C. V., encargada de los trabajos de remodelación del espacio público.
“Sí veo muy resentido el árbol, pero aún es difícil saber si va a vivir o va a tener alguna secuela debido al percance. Los ficus son muy luchones, aguantan las tempestades. El tiempo de espera para saber si muere, sería hasta marzo. En cuanto a las secuelas, sería esperar a la temporada de ventiscas para saber si las raíces no quedaron frágiles”, informó el director de Ecología.
El entrevistado explicó que en estos casos hay dos tipos de multa: maltrato a la flora, que alcanzaría un costo de dos mil pesos y la tala ilícita, en muy probablemente se catalogaría este caso, con una sanción que alcanzaría los 12 mil pesos.
El delegado de Ajijic, Juan Ramón Flores, platicó que estuvo al tanto del accidente que sucedió la tarde del 20 de enero y debido a la polémica por el tipo de árboles que se encuentran en dicho espacio, ha sugerido su cambio por una vegetación arbórea adecuada para la zona, como las jacarandas y tabachines.
Por su parte, José Jaime Ibáñez, ha dicho que la solución propuesta por el delegado de Ajijic no es tan descabellada, ya que, si bien los ficus no son malos, se tiene que considerar que se encuentren en un entorno apto y, en este caso, los lugares urbanizados, conllevan riesgos debido a sus raíces. “Si el trasplante se hace de forma adecuada, los ficus no tendrían mayor problema en adaptarse a la zona del malecón», compartió el entrevistado.
José Jaime Ibáñez añadió que si se desea realizar el movimiento, tendría que hacerse ahora que las raíces -por los trabajos en la zona- están más expuestas; sugiere que el árbol indicado, sería el Podocarpus, también llamado mañios, que es un género de coníferas, es decir una especie de pino originario del sur de Chile, Argentina y Nueva Zelanda.
Acerca de la sugerencia, la licenciada en Biología, Dora Ivonne Plazola, explicó que sería lo ideal realizar el cambio, ya que si los Ficus Benjamina se quedan ahí van a causar daños en la infraestructura de la obra en proceso, además de que no se les permitirá desarrollarse en plenitud, pues siempre tendrán que estar siendo podados, impidiendo su crecimiento, por lo que sugiere plantar los árboles endémicos del área, por ejemplo, pinos o encinos.
En un pequeño sondeo entre 13 personas nativas de la localidad, reveló que, en su mayoría, prefieren que los árboles se queden ahí, ya que son parte del atractivo tradicional de la plaza, pese a que se les explicó la condición y los percances que pueden ocasionar como en un futuro levantar el adoquín debido al crecimiento de sus raíces. Nueve de los trece entrevistados señalaron que las autoridades se comprometieron a “no tocar los arbolitos”.
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