Este domingo se llevó a cabo un partido amistoso entre integrantes de la comunidad LGBT, con victoria de San Juan sobre Mezcala de 4-2 por la vía de los penales
Integrantes de la Selección de San Juan. (Foto: Iván Ochoa)
Iván Ochoa (San Juan Tecomatlán, Jalisco).- Durante los últimos años el futbol ha servido de base para las luchas sociales en todo el mundo. A mitades del siglo XX los mercenarios de la guerra decidieron que toda rivalidad se quedaría en la cancha, tras el conflicto. Hoy en día, la comunidad LGBT sigue su lucha por tener las mismas oportunidades que cualquier otro ciudadano, y eso incluye el que puedan practicar cualquier deporte sin ser discriminados.
El domingo pasado dieron otro gran paso al celebrar un partido de futbol en la comunidad de San Juan Tecomatlán, donde se enfrentaron el equipo homónimo del poblado ante el conjunto de Mezcala de la Asunción. El encuentro terminó en empate a 0-0 y victoria para el equipo local desde los 11 pasos, por 4-2. Pero eso sí, la sonrisa de cada uno de los integrantes de los dos equipos durante el encuentro nunca faltó. Y más en un evento que sirvió de apoyo para Edward Castellanos, un habitante de esa comunidad, que padece insuficiencia renal y que necesita los recursos para solventar los gastos de su tratamiento.
Era un día soleado; una cerveza helada y la botana fue el platillo perfecto para el público que se dio cita a la cancha de “Los Galapagos” a disfrutar el partido. Las porras de ambos equipos no podían faltar. La bandera de la comunidad LGBT sirvió de distintivo para iniciar un cotejo que ya era esperado desde hace semanas y que, por la contingencia sanitaria, se tuvo que mover a este sábado.
El partido arrancó con un ritmo semilento, pero conforme fueron avanzando los minutos se empezaba a hacer cada vez más fluido el juego. El choque era constante, la disputa era en la media cancha, con una que otra falta, pero nada que mermara los ánimos del encuentro y la sonrisa de los jugadores. Ambos equipos tuvieron sus oportunidades, un poco más San Juan que Mezcala, pero ninguno lograba marcar el tanto que les diera la ventaja.
Las dos escuadras lo intentaban por todas las vías posibles: a balón parado, disparo de media y larga distancia, juego construido, remate de cabeza y uno que otro rebote, pero ninguna vía fue efectiva. Los arqueros fueron figuras, no dejaron pasar ninguna pelota a su portería. Al final el encuentro culminó a cero anotaciones.
Fue hasta la vía de los penales donde todo se definiría. Los integrantes de ambos equipos se mostraban nerviosos, con muchas dudas a dónde patear su disparo. La serie la inició los de San Juan, y a partir de que cobraron y cayó el primer tanto les inyectó mucha confianza al resto de sus compañeros. Mezcala también acertó en su primer tiro pero esa energía no se manifestó en el resto de sus compañeros como en el otro conjunto. Al final, la serie de penales fue para la localía de 4-2. Encantados por el resultado todos unieron sus brazos y al ritmo del compás gritaron: “1, 2, 3 San Juan”.
El invitado especial del evento y por quien todos se reunieron para celebrar el tercer partido entre integrantes de la comunidad LGBT en la Ribera de Chapala, Edward Castellanos, dijo que esta iniciativa inició por amigos suyos -los dos capitanes: Luis Pantoja, de San Juan, y Oscar Baltazar, de Mezcala- en pro de su salud, pero también para visibilizar la activación deportiva en esa comunidad en personas con diferentes preferencias sexuales.
Los dos capitanes, Oscar Baltazar, de Mezcala (Izquierda) y Luis Pantoja de San Juan (derecha). Foto: Iván Ochoa
“Todo nació por unos amigos, ellos fueron los de la idea, ellos tenían ganas de echar una cascarita al aire porque normalmente no pueden ver a un equipo de gays porque la sociedad no lo permite, no está bien visto, entonces todas las personas que se quieran dedicar al ámbito deportivo siendo homosexuales o lesbianas son criticadas, entonces ellos quisieran ponerle un ejemplo al pueblo que es normal, es como cualquier otro partido de futbol, como cualquier otra actividad física y pues todo el mundo se divirtió, dijo con mucho orgullo.
Agregó que el entorno sería totalmente diferente, si la sociedad los aceptara tal y como son sus preferencias sexuales.
“La verdad si es un poco complicado para nosotros de la comunidad porque es muy difícil para aceptarte así mismo, y luego que tener que batallar allá con la gente de afuera para que te acepten, entonces, si mi opinión sí cuenta para todo el mundo, les diría que dejen de vernos diferentes, solo somos una persona más que ama igual que todos, pero la diferencia es que nosotros nos sentimos más cómodo con otro hombre a nuestro lado entonces, es como cualquier otra cosa normal para nosotros y pues crecer, es mucha responsabilidad salir a la sociedad así tal cual”.
Mane, como es mejor conocido, habló de lo complicado que ha sido para él enfrentar una enfermedad que en los últimos años ha sido catalogada mortal en la Ribera de Chapala por los tantos casos que se han presentado y más en un entorno pandémico.
“Es muy complicado trasladarme, porque tan solo para ir a la ciudad necesito dos horas de camino, entonces tengo que madrugar muchísimo, tener que llegar temprano por una cita médica o tener que esperar un lugar en la clínica y a veces es muy complicado porque se satura, hay muchísimas personas enfermas de insuficiencia renal y yo, por ejemplo, que no cuento con Seguro Social, necesito salir a trabajar para poder costear mis hemodiálisis y ahorita con la pandemia no hay mucho trabajo. A mi me resistieron mi contrato de empresa, entonces si es muy complicado, si no es como estos eventos tan pequeños que mis amigos me ayudaron a realizarlo yo creo que no podría cubrirlas”, indicó.
Requiere de tres hemodiálisis a la semana y cada una tiene un costo de mil 200 pesos, por lo que el evento servirá de mucha ayuda en una lucha que lleva casi cuatro meses cuando le detectaron el padecimiento. Por ahora, su tratamiento ha evolucionado de forma exitosa, y está a la espera de un protocolo de trasplante para darle fin.
El sábado fue muy fructífero para ambas partes en un solo evento: una para sobrellevar una lucha social que lleva años y otra para solventar los gastos de una persona que poco a poco le va ganando la pelea a la insuficiencia renal.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala