Las vacas fueron encontradas en un sembradío, después de al menos dos días de fallecidas
Una de las vacas envenenadas.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.).- El envenenamiento de seis vacas, en un predio en las montañas del la delegación, fue reportado la semana pasada por el dueño del ganado, Víctor Flores. Familiares de Víctor convocaron a los pobladores para que les ayudaran a desechar de manera adecuada los restos de los animales.
Las vacas fueron encontradas en un pequeño sembradío, en un área llamada “El pozo”, cercano a “La cola de caballo” y “La piedra de la tortuga”. En entrevista con Daniel Urzua, familiar del afectado, expuso que los hechos fueron descubiertos el pasado sábado 27 de marzo; sin embargo, él asegura que las vacas tenían al menos uno o dos días de fallecidas debido a la inflamación que presentaban.
El entrevistado dijo que alguien dejó abono con sustancias no adecuadas para el consumo y asegura que el presunto responsable ya tiene antecedentes de participación en hechos similares; señalamiento que se refuerza con el testimonio de algunas más que prefirieron el anonimato.
“Entendemos que algunas vacas son dañeras; sin embargo, no es justificación para envenenarlas, ellas no saben los límites y si sumado a esto, el perímetro no está reforzado, cómo esperan que no se metan. Al predio de mi familia se han metido vacas y caballos desconocidos y no por eso los matamos”, aseveró.
Horas después de la masacre, Daniel y varios habitantes del poblado se sumaron a subir sacos de cal al lugar de los hechos, para evitar que posibles depredadores murieran debido al consumo de carne envenenada. “Ponerles cal era mejor opción que quemarlos, ya que era peligroso por los gases y no podíamos subir una excavadora para enterrarlas, porque el terreno no lo permite».
Agregó que él y su tío buscan asesoramiento legal para proceder en este caso y se llegue a un acuerdo justo. Comentó que, más que por el valor de las vacas, es por el peligro que estas representan para la fauna nativa del lugar: “Habría sido un desastre si las parvadas de carroñeros o los carnívoros se hubiesen acercada a alimentarse de esa carne; todos habrían muerto y sería un fuerte desequilibro”.
Finalmente, Ana Luisa Maldonado, titular de la Jefatura de Protección Animal del municipio de Chapala, compartió que el proceso está catalogado dentro del reglamento como un delito, del cual los causantes se someten a las leyes correspondientes; no obstante, es un poco más difícil por ser un animal de gran tamaño. “Se debe dar seguimiento estricto a estos casos, ya que crean riesgo de ecocidio debido a las circunstancias”.
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