Lugar fascinante y lleno de recuerdos para los ajijitecos y los visitantes
Cascada en el Tepalo. Foto: archivo.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.).- Un icónico lugar de Ajijic, sobre todo durante la temporada de lluvias, es el Tepalo. Apenas caen las primeras gotas y los habitantes ya se preguntan y dan sus vueltitas, para saber si ya corre algo de agua. Varios nativos compartieron para Laguna sus recuerdos de las cascadas de temporada, que años atrás no eran tan populares con los turistas.
El director del Archivo Histórico de Chapala e investigador de la historia de Ajijic, Eduardo Ramos Cordero, comentó que si bien la etimología de la palabra Tepalo no es del todo certera, se trata de una castellanización de una palabra indígena, la cual significa “bosque entre las piedras”.
La gente cuenta que el sitio no era muy concurrido ni popular entre el turismo, antes de la década de los setentas, y solo solía ser visitado por gente que sembraba junto a sus familias.
Las mujeres de aquellos tiempos, aprovechaban cualquier cuerpo de agua para lavar y, aunque el Tepalo no era muy visitado por ellas, sí había algunas que preferían subir a hacer su quehacer doméstico, ya cuando el agua corría limpia.
“Recuerdo que íbamos al Tepalo cuando acompañábamos a una tía a lavar; iban poquitas señoras, pero de esas poquitas, a veces, se peleaban por las mejores piedras para tallar la ropa y por eso trataban de irse temprano. Yo pienso que nos llevaban para cargar con la ropa, pero nos divertíamos en lo que lavaban”, comentó una entrevistada.
Otro de los habitantes compartió que no era un sitio muy popular hasta que llegaron los extranjeros, que hicieron que se convirtiera en el lugar turístico que ahora conocemos.
“Cuando éramos chiquillos nos gustaba ir porque estábamos flaquitos y cabíamos en los arroyos como si fueran toboganes; jugábamos toda la tarde y ya nos devolvíamos. Ya con el tiempo, empezaron a llegar más y más turistas, entonces teníamos que ir temprano porque ya en la tarde todos los estanques estaban con gente”, compartió un local.
Otra persona compartió: “Era bien chistoso cuando nos estábamos bañando bien tranquilos y, de repente, se escuchaban gritos y corríamos, y era porque ya se había arrimado una vaca a tomar agua, nunca nos hicieron nada, pero eran imponentes. Ojalá el Tepalo dure mil años más”.
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