La velerista chapalense Elena Oetling Ramírez, arrancó su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 este domingo
Elena Oetling Ramírez. Foto: Cortesía
Iván Ochoa (Fujisawa, Japón).- El domingo la velerista chapalense, Elena Oetling Ramírez, hizo su debut en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en la prueba Laser Radial femenil.
Desde su llegada a tierras niponas, el 14 de julio, la chapalense no ha dejado de prepararse, pues en ese periodo se ha dedicado a reconocer el lugar de la competencia -en la costa de Fujisawa-, hacer diversas pruebas con su equipo de trabajo, medir las velocidades del viento y la marea y analizar a la competencia que, dicho sea de paso, son de los mejores rankeados en la categoría, por lo que la prueba no será nada sencilla.
El simple hecho de pisar la Villa Olímpica, reconocer el terreno de juego, desfilar junto con los demás integrantes de la delegación mexicana en la inauguración de los Juegos Olímpicos y competir, hacen que la justa mundialista sea un sueño hecho realidad para la velerista que, más allá del resultado, está satisfecha por todo el proceso que le ha tocado vivir en estos últimos 12 años de trabajo.
“Es un sueño hecho realidad, lo comparo un poco como el alpinista que llega al final de la montaña. Este sentimiento de lograr un sueño, de llegar al punto más alto, al punto máximo, a donde cualquier atleta soñamos estar algún día, y esto es algo increíble”, dijo Oetling Ramírez en entrevista para el periódico Mural, de Grupo Reforma.
Trabajar en medio de una pandemia global fue un reto para muchos atletas mexicanos, pero para la velerista chapalense lo vio como un área de oportunidad para pulir ciertos aspectos personales que no había podido detectar desde que inició su preparación y que le permitió reforzarlas con el paso del tiempo para llegar de la mejor manera posible a la contienda internacional, a la que ella calificó como “la más importante de su carrera profesional”.
“Fue un año que me dio como un extra para poder trabajar algunos aspectos que hacían falta. Yo fui bastante afortunada de poder comenzar con mi preparación prácticamente en agosto, muchas atletas comenzaron mucho tiempo después, entonces a pesar de que fue un año difícil, de trabajar mucho la paciencia, la tolerancia, el decir: bueno, qué es lo que tengo, trabajo con esto. También fue un año que lo supe aprovechar y que lo aproveché para llegar en un buen momento”, puntualizó.
Los objetivos profesionales y personales que tiene Elena son claros: dar su máximo esfuerzo en la competencia para refrendar el trabajo que hizo en estos 15 años de preparación; pero sabe que, si todos los movimientos que hace son efectivos, el resultado será mucho mejor.
“Un objetivo es el numérico que estaría alrededor de la mitad de la flota, estamos hablando cerca del número 20, ojalá mejor, pero este es el objetivo como de números. Y en cuanto a mi objetivo personal la verdad es que me gustaría terminar los Juegos Olímpicos, quedar satisfecha y saber que di absolutamente todo. (…) Si logro ejecutar y hacer todo, voy a estar cerca de estar cerca del resultado número y esos son mis objetivos”.
La competencia se desarrolla en dos etapas: la clasificatoria, que consta de 10 regatas de unos 50 minutos cada una repartidas los días 25, 26, 27, 29 y 30 de julio, en la cual deberá acumular la menor cantidad de puntos posibles para poder clasificarse entre las primeras diez, y la prueba definitiva, que se llevará a cabo el 1 de agosto, la cual otorgará medallas en esta justa mundial.
Para esta edición de los Juegos Olímpicos, Jalisco es el estado que más atletas aporta a la justa con el 23 por ciento.
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