Ante la inoperancia de las autoridades, los ajijitecos hicieron justicia por su propia mano
Ajijitecos unidos tirando la malla ciclónica que divide el terreno federal y lo mantenía dentro de un domicilio.
Sofía Medeles/ Domingo Márquez Flores (Ajijic, Jal.).– No soportaron más y tomaron la iniciativa. Pobladores de la delegación de Ajijic convocaron y se unieron en contra de la invasión federal por parte de vecinos que tienen sus casas cerca de la orilla en las playas de la localidad, del lado oeste, tirando al menos 230 metros de malla ciclónica que tenía como propósito mantener esas zonas federales como privadas.
El retiro de los enmallados y rejas “a fuerzas”, por parte de los ajijitecos de todas las clases sociales y edades, sucedió el martes 10 de agosto por la tarde, después de que un grupo -de aproximadamente quince personas- se reunieron en la plazoleta de las Seis Esquinas y, de ahí, se dirigieran a la zona denunciada por invasión, la playa que colinda con la calle Tío Domingo, cruce con calle Ocampo, a la altura del panteón.
Carteles que se quedaron en la puerta que permaneció en pie.
Con carteles donde se podía leer “Respeta nuestra playa”, aunado a la fuerza de sus manos, fue como vecinos de la localidad decidieron tomar justicia por cuenta propia y retirar los enmallados de dos propiedades que se habían extendido a propiedad federal, cortando el camino de libre accesos a las playas.
Una de las propiedades a las que se les retiró el enmallado, ya tenía -a un costado- levantado un muro de cemento, con la intención de dividir esa fracción de terreno federal e incorporarlo al domicilio, con una extensión de aproximadamente 28 metros de frente.
Se derribó la malla ciclónica de la primera propiedad y, con los ánimos al tope, decidieron hacer lo mismo con la de la residencia contigua. “Las casas se ven pequeñas en comparación de tanto jardín”, se pudo oír decir entre los ajijitecos, mientras retiraba los “muros” de metal.
La propiedad de un lado, perteneciente a la familia Urrea –conocidos ferreteros en el estado-, tenía una extensión mucho más amplia; contaba con aproximadamente 200 metros de terreno cercado, casi cruzando con la calle Puerta Nueva. A falta de autoridad, los vecinos de la localidad se encargaron también del retiro del alambrado que invadía la playa.
Fueron aproximadamente 230 metros de reja los que fueron removidos.
Motivados a hacerse oír, dejaron las puertas de los enrejados en el lugar, a las cuales les pegaron cartulinas que tenían mensajes como: “La playa es de todos”, “No a la invasión del lago” y “Rescatemos nuestras playas”.
Las personas encargadas del cuidado de las propiedades -ya que la mayoría de los propietarios sólo vienen los fines de semana-, atónitos, miraban lo que sucedía. Hasta que uno de los veladores preguntó el motivo de lo que se estaba haciendo. Los quejosos le explicaron que sus patrones -del velador- estaban invadiendo las playas de su comunidad. Sin más ni más, el aludido se retiró.
Al terminar de tirar las divisiones, los ajijitecos celebraron la hazaña -que logró reunir alrededor de unas 30 personas, entre espectadores y personas en acción-. Una de las participantes, externó que el siguiente paso sería ir a manifestarse ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en la Ciudad de Guadalajara.
“Este es un hecho histórico, por primera vez el pueblo se une para un bien común, ¡Logramos recuperar nuestras playas! Hay que unirnos sabiendo que el gobierno no actuará. Ajijic somos todos y ocupamos cuidarnos entre todos. El pueblo ya despertó”, se dijo durante la reunión de los vecinos.
Para el jueves 12, se continuó con el retiro de enmallados; fueron seis las removidas, entre la conmoción de al menos 50 asistentes. Solo unos pocos propietarios se prestaron al diálogo, y fueron aclamados por considerarlos un ejemplo.
El jueves, solo hubo unos propietarios que se abrieron al diálogo, y llegaron a una resolución, lo cual les valió un aplauso de los aproximadamente 50 asistentes.
Al cierre de esta edición, las autoridades municipales ni estatales habían emitido un comunicado al respecto. Se desconoce si las propiedades contaban con un permiso por parte de la CONAGUA; sin embargo, los materiales utilizados para dividir la propiedad de la playa tienen regulado su uso en la ley de aguas federales, misma que señala que, en caso de concesión federal, para dividir sólo se pueden utilizar estructuras desmontables, no muros de cemento ni piedra.
Para saber: La administración del ex alcalde Javier Degollado, pidió a la CONAGUA se le extendiera permiso para vigilar las playas del municipio, ante la falta de personal por parte del organismo federal. La petición nunca fue resuelta, por lo que aunque legalmente el responsable de cuidar las invasiones en el lago, es la CONAGUA, rara vez realiza operativos de este tipo en la zona, ante falta de presupuesto y personal.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala