Estudiantes del CUAAD realizaron tres murales con gran significado para la localidad
Estudiantes de la licenciatura en Artes Visuales para la Expresión Plástica del CUAAD. Foto: Estudiantes CUAAD.
Redacción.- La comunidad de Santa Cruz de la Soledad en Chapala fue el lienzo en blanco de los estudiantes de la licenciatura en Artes Visuales para la Expresión Plástica, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara (U de G).
En total realizaron tres murales: Búcaros y nexos, Chanequemeh y Teopisque, dos están situados en la escuela primaria Leona Vicario y uno en la entrada de la localidad. Todos abordan la historia del pueblo y su cultura, dijo César Alfredo Rojas Rodríguez, representante general del alumnado.
El mural que fue titulado «Búcaros y nexos” se encuentra afuera de la escuela primaria. Es una obra que buscó expresar la historia de Chapala y de sus pescadores, principalmente de los indígenas cocas. Este trabajo fue realizado por cuatro jóvenes estudiantes: Gerardo Yael Sevilla Plascencia, Samanta Lucía Hernández López, Gerardo Adael Jiménez Trujillo y Estebana Alejandrina Nuño González.
La escuela también ofreció un espacio al interior del plantel y el artista Bernek Becerra Muñoz lo aprovechó y plasmó la obra “Chanequemeh”, donde se representan las figuras de los chanes, los guardianes del Lago de Chapala.
“También aborda, de una manera muy sutil, la contaminación y las problemáticas que afectan el ecosistema lacustre. Pero, sobre todo, es una manera de enfatizar la belleza del Lago de Chapala (…) Digamos que la construcción del mural se formó a partir de los mitos y leyendas que cuentan los habitantes alrededor del lago”, señaló Bernek.
Finalmente, el mural que lleva el título “Teopisque”- en español “Guía supremo” – se encuentra en la entrada de Chapala, al borde de la carretera Chapala-Mezcala. Los creadores fueron cuatro estudiantes: Marco Antonio Vázquez Jiménez, Nicolás Eduardo Topete Figueroa, Jorge Luis Murillo Alba e Ingrid Stephania Baca Buendia; su inspiración fue un hecho que ocurrió hace 21 años: el hallazgo de un gonfoterio.
“El señor Juan Santos fue al Lago de Chapala a pasar un día de campo. Al caminar, vio una rama y comenzó a escarbar hasta que encontró los colmillos del gonfoterio. Él, junto con su familia, encontró el cuerpo completo del animal. Después de una semana fueron a dar a las autoridades información para que se hicieran cargo”, relató Alfredo Rojas.
Los murales forman parte del Proyecto de Colores Universitarios que tiene el objetivo de contar con lugares que les permitan la práctica profesional y el desarrollo de un servicio social. (Con información de César Curiel. Universidad de Guadalajara).
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