Las fiestas patronales suelen representar la unión familiar para varias familias con hijos ausentes
Hoy, y desde siempre, la foto de Ángeles –extremo izquierdo-, posa en la sala de la casa familiar, donde la recuerdan pese a su ausencia.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- Las fiestas patronales, son un espacio donde muchas familias se reúnen, debido al gremio de los Hijos Ausentes, que los trae de vuelta a su natal Ajijic, pero, el formar una vida fuera del lugar donde está su familia, suele dividir su corazón entre dos países. Ángeles Medeles, una hija ausente desde hace 21 años, que actualmente habita en Indiana, Estados Unidos, decidió compartir su sentir.
Su razón de haber dejado el pueblo a sus 25 años, principalmente es por crecimiento personal en todos los sentidos, para no sentir que fuera etiquetada como suele pasar en los poblados. “Yo pensé que en el pueblo no se daría ese crecimiento y no quería que me conocieran como “la hija de”, “la hermana de”, o “la de la estética”, al ampliar horizontes y buscar algo nuevo para buscarse a uno mismo como individuo. Aunque Ajijic es un lugar grande y muy cercano a la ciudad, algunos buscan salir del pueblo chico, infierno grande”.
Sin embargo, no todo ha sido crecimiento y mejoramiento personal, si no que Ángeles, declaró haber vivido momentos amargos, lejos de sus seres queridos; por ejemplo, el fallecimiento de sus padres. “Sí me volvería a ir, pero sí he considerado regresar; yo tenía un plan armado en mi cabeza sobre volver cuando mis papás estuvieran grandes y enfermos, ya con el dinero ahorrado, las fechas y todo, pero a veces la vida se adelanta, mis papás también lo hicieron”. Los Hijos Ausentes que viven estas situaciones llegan a sentir un sentimiento de culpa, por no estar ahí físicamente y sentirse lejos, aunque no estén faltando como hijos.
Aunque, aseveró que uno de los motivos que mantienen lejos a varios de los ausentes, es una cuestión económica o ser el sostén de la familia que está en el pueblo; y a su ver, es estar o cooperar y mantenerlos en cierto nivel económico, no se pueden los dos. Por otro lado, está el hecho de que suelen formar una vida allá y en algunos casos, una familia.
“Cuando uno tiene sus hijos y crecen en otro país, aunque uno les quiera inculcar tradiciones y costumbres, tienen unas diferentes y otra manera de vivir, en esos casos se vuelve complicado el regreso, que va aumentando, por ejemplo, aunque no es mi caso, cuando llegan los nietos. Se divide uno, el ombligo se queda en un lado y el corazón en otro”, comentó.
Pese a los sucesos que vinieron a cambiar sus planes, aseguró que sin duda regresará todas las veces que le sea posible y quizá algún día se quede otra vez. “Volvería a la paz, la tranquilidad, incluso el chismorreo de la gente, con personas que a uno lo conocen de toda la vida, son cosas que se llegan a extrañar, so, quizá para retirarme estaría bien”.
Finalmente, agregó que aunque suelen llegar a sentir que solo son un ser rodante que van por el mundo sin un rumbo fijo, volver a las fiestas, para ella es sentir que regresa a su familia, sus tradiciones y a una parte de su corazón.
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