Francisco Lazcano Cervantes, mejor conocido como “Panchito el de la luz”, es una de las personas más longevas de Ajijic y conserva sus recuerdos intactos
Francisco Lazcano Cervantes, “Panchito el de la luz”, cumplió 100 años el miércoles 1 de diciembre.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)– Don Panchito celebró un siglo de vida acompañado de su esposa, hijos, nietos y bisnietos. Al preguntarle ¿cómo se siente haber cumplido 100 años?, respondió con voz clara: “100 años apenas, yo estoy bien, me siento a gusto”.
El festejado conserva una lucidez y actividad física que impresiona a familiares, amigos y conocidos. Agradecido por llegar a esta edad, que pocas personas alcanzan, tanto sus hijos como su esposa, afirmaron que es una bendición, tanto que conozca a toda su descendencia (14 hijos vivos, 29 nietos y 36 bisnietos), como que siga con ellos y se conserve con buena salud.
Francisco Lazcano Cervantes, nació el primero de diciembre del año de 1921 en Ixtlahuacán de los Membrillos, ahí pasó la mayor parte de su niñez. Don Panchito recordó que llegó a Ajijic a los 19 años para trabajar; y fueron muchos los oficios que desempeñó, pescador, agricultor, entre otros.
Tres años después de llegar a esta delegación, se casó con Cecilia Márquez, quien orgullosa agregó: “De Lazcano”. Juntos, tuvieron 24 hijos, de los cuales se lograron 16 y sobreviven 14: María Elena, Bernabé, José Cruz, Laura, María de Jesús, Elvira, Francisco, Sara, Jorge, Urbano, Lourdes, Antonio, Heriberto y Josué.
Don Panchito, recordó los viejos tiempos en Ajijic. Aseguró que cuando llegó eran contados los pobladores americanos. “Había dos o tres, y de repente se empezaron a venir en montones. Yo creo que los que venían les contaban de Ajijic a los otros y se animaban a querer conocer”. Añadió que conoció a las extranjeras: Rusa Zara Alexeyewa y a Neill James, siendo esta última, la que dio a su esposa Cecilia la oportunidad de trabajar el bordado, el cual fue un ingreso importante para la familia tiempo después.
Además, entre todos los presentes en la sala de su casa –sus hijos- reconstruyeron memorias de la vida en un Ajijic más rural, como el sueldo de un peso a la semana; que las familias solían cosechar maíz, frijol y calabaza para poder sobrellevar los días; y consumían carne de animales cazados, como peces, ardillas, armadillos.
Tiempo después de haber llegado, tomó el oficio por el cual Ajijic lo conoce como “Panchito el de la luz”, ser encargado de meter las líneas de alumbrado por parte de la empresa Impulsora Chapala, y encargarse de ellas por allá de los años 70 ‘s. Bernabé, el hijo mayor, recordó que cuando tenía nueve años -aproximadamente- empezó a seguir a su padre, cuando él se encargaba de instalar postes de electricidad, repararlos, darles mantenimiento, realizar los cobros de la luz.
“Mi papá sólo se encargaba de levantar postes de luz, yo lo seguía. Me tocó ayudarlo a arreglar cuando era necesario, aunque a veces me quedaba dormido; siempre lo seguí y me enseñó mucho de muchos oficios, era todólogo”, aseveró Bernabé, mientras llegaban bisnietos de Panchito a saludarlo cálidamente.
El hijo primogénito agregó que, la empresa encargada de la luz en Chapala fue Impulsora Chapala, ésta pasó a ser Nueva Eléctrica y finalmente la adquirió la Comisión Federal de Electricidad (CFE); trabajos que le dieron el sustento para construir su hogar ubicado en la calle Hidalgo, con ayuda del famoso “Tequio”, el cual era un acuerdo entre vecinos y amigos para apoyarse con cosas como construir entre todos, sembrar, armar fiestas, y al final, se compartían un buen tequilita.
Comentaron que él siempre trabajó y apenas hace cinco años, teniendo 95 años, dejó de realizar actividades de ese tipo, por ejemplo, la siembra. El motivo fue que sus hijos y su esposa tenían temor de que se pudiese lastimar realizando estas actividades. “Pero él sigue viendo en qué apoya y en qué ayuda aquí en la casa, no ha dejado de moverse nunca”, mencionó una de sus hijas.
Finalmente, al pedirle un consejo a don Panchito para que la gente llegue a esa edad con buena salud, dijo: “Ya sería cosa de cada quien y como se cuiden”. Por su parte, su familia le deseó un feliz cumpleaños y esperan que llegue a más edad, siempre con salud, lucidez y el ánimo que lo caracteriza.
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