Durante la veda y la Cuaresma el producto pesquero extraído del Lago de Chapala registró incrementos superiores al del mar
La tilapia, uno de los pescados locales más consumidos en la ribera de Chapala, llega a costar hasta 65 pesos la pieza en los viernes de Cuaresma. Foto: Jazmín Stengel.
Jazmín Stengel.- Este año, los productos marinos aumentaron de entre un 10 a 15 por ciento en Cuaresma, a diferencia del pescado de la Laguna de Chapala el cual cuesta hasta 25 pesos más por pieza los días viernes.
Según los comerciantes que venden productos del mar como el filete basa, el pez del río Nilo y los camarones, aumentaron muy poco a principios de la Cuaresma, por lo que la mayoría de los comerciantes mantuvieron sus precios fijos, al igual que los restaurantes de venta de mariscos.
En el mercado de Chapala y las pescaderías del centro, el precio del pez del Nilo y el basa varían entre los 130 y 150 pesos por kilogramo, que en comparación del año pasado, el costo registró un aumento de 20 a 30 pesos, en promedio. Al igual, los camarones mantuvieron su precio, rondando entre los 245 y 250 pesos por kilo.
Por el contrario, los pescadores del Lago de Chapala sí aumentaron los precios considerablemente. La pieza de tilapia y bagre, que en el año 2021 aún se encontraba entre los 25 y 35 pesos, ahora oscila entre los 40 y los 50 pesos.
A eso se suma que, entrando la temporada de vigilia los vendedores locales aumentaron diez pesos más a sus precios para aprovechar la demanda del producto. Por lo que la pieza de pieza de tilapia y bagre puede llegar a costar hasta 65 pesos los viernes; mientras que el kilo de filete de tilapia ronda los 130 pesos.
Como consecuencia, los platillos preparados con el producto local sí aumentaron sus precios en comercios de calle o tipo fonda; y algunos de los habitantes que acostumbraban a comer pescado los viernes de Cuaresma, dejaron de hacerlo.
«La tradición ya no es lo mismo, pocos la respetan», comentó uno de los comerciantes quien además de vender menos peces, cada año se percata de cómo las costumbres van cambiando. «Ahora venden carne toda la semana», afirmó un ciudadano que vio los tacos abiertos aún en viernes de Cuaresma.
Por su parte, los consumidores se han vuelto cada vez más escépticos y dejan de seguir la tradición al pie de la letra, así lo expresó Mariana, quien solo deja de comer carne los viernes y ahora con los precios altos también ha dejado de consumir el pescado local.
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