De niño, Víctor García se veía a sí mismo dirigiendo una orquesta que daba vida a una escena dentro de la pantalla grande
Víctor García (derecha) ingeniero de audio y Ramón Ramírez, director de fotografía, junto al cartel de la película Agua de Arrayán donde participan.
Jazmín Stengel.- El compositor Víctor Ignacio García Rodríguez de 30 años de edad (1991), venció el cáncer en el 2019; un año después, la vida le regaló cumplir el sueño de su infancia: musicalizar una película.
García Rodríguez participó en «Agua de Arrayán», del director Alejandro Robles Gil, producción cinematográfica jalisciense que se estrenó el pasado 24 de marzo.
Aunque Víctor ya había tenido un pequeño acercamiento musicalizando con el cortometraje “Primera Lección de Magia”, dirigido por el joven de Ixtlahuacán de los Membrillos, Ramón Aurelio Ramírez Hernández; Robles Gil le dio la oportunidad de hacerse cargo de toda la musicalización del largometraje.
Sin embargo, dos años antes la vida de Víctor pendía de un hilo; a finales del 2018 le detectaron un tumor maligno, el cual creció de una manera descontrolada, obligando al compositor a ser operado en menos de siete meses o tendría los días contados, según le notificó el médico.
«Me faltaba mucho por vivir, ya que aún quería cumplir mis sueños, como musicalizar una película, pensé que ya no lo iba a hacer, porque no tenía el dinero; no tengo seguro y soy músico de corazón», recordó García Rodríguez.
Un grupo de extranjeros, amigos y admiradores del músico, fueron los primeros en organizarse para recolectar donaciones a favor de la causa. Días después, el 17 de febrero del 2019, se realizó un evento organizado por Daniel Cordero con más de diez grupos musicales y solistas, en el Iron Horse, un bar de motociclistas ubicado en la agencia Riberas del Pilar.
Ese día, dos bares cerraron sus puertas, pintores y fotógrafos donaron sus obras y más de un centenar de músicos regalaron su trabajo. Así fue como la comunidad de Chapala y Ajijic logró reunir la cantidad necesaria para salvarle la vida a Víctor.
«Tantas veces que he dado mi música de corazón a la gente, eso ha sido un milagro de Dios”; y es que el amor que Víctor le tiene a su pueblo, el pueblo también se lo tuvo. Hasta el día de hoy, García pasó por el proceso de cirugía y radiación tres veces y falta una más, todas han sido pagadas mediante donativos que la gente le ofrece de corazón, aseguró.
En lo que respecta a la musicalización de la película “Agua de Arrayán”, que trata de la historia de un peregrino que hace su recorrido para visitar a la Virgen de Talpa y en la cual se exaltan los valores y el crecimiento personal, el compositor hizo las armonías utilizando sólo una computadora, una interfaz, un controlador y monitores de bocina. «La composición es algo misteriosa», expresó Víctor.
El compositor y músico desea continuar su trayectoria en el mundo del cine, «aún me queda un camino muy largo por recorrer, el conocimiento puede ser infinito”, concluyó.
La película “Agua de Arrayán” ya está en cartelera y se puede ver en 18 salas de la cadena Cinépolis en Guadalajara; también la película está en las salas de cine en San Luis Potosí y Monterrey.
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