Esta tradición lleva más de 50 años en varias familias, y es una costumbre que se hereda de generación en generación
Altar a la Virgen Dolorosa en el kiosco de la plaza principal de Ajijic. Foto: Sofía Medeles.
Aunque con menor presencia cada año, la tradición del viernes de Dolores sigue muy presente en muchos hogares de las delegaciones de Ajijic y San Antonio Tlayacapan, las cuales se pueden apreciar en la siguiente foto galería.

Altar de la señora Irene Martínez, en el barrio de San Sebastián. Foto: Domingo Márquez.
En el recorrido por San Antonio Tlayacapan, se pudieron ver los altares de las familias García Moreida y Moreida Estrada, y Milian Rivas, ambos en la calle La Bandera, familias las cuales, han conmemorado la tradición por más de 50 años.

Imagen del altar de la señora Gabriela Rodríguez García, la cual, según testigos, tiene más de 100 años. Foto: Sofía Medeles.
Por otro lado, en Ajijic, este 2022 hubo menor presencia de altares, y los altares fueron un poco más austeros, pero sin perder los detalles que engloban la tradición. Algunos de ellos, se encontraban en el centro de la población, por la calle Guadalupe Victoria, casi al cruce con Aldama, el cual, por más de 50 años, ha colocado sin falta la señora Gabriela Rodríguez García, con una imagen que le heredaron, y la cual tiene más de 100 años, y el de la señora Irene Martinez, del barrio de San Sebastián, quien participa en muchas de las tradiciones mas longevas del Pueblo Mágico, y esta no es la excepción.

Altar en la calle Francisco Villa, con sus elementos tradicionales de papel. Foto: Sofía Medeles.
Igualmente, en la zona de las 6 esquinas, la villa, y el huajito, donde la tradición suele estar más presente, solo se pudieron ver aproximadamente 4 altares, dos ubicados en la calle Francisco Villa, siendo uno de estos de la familia Rosales Mora, y otros dos en la calle Álvaro Obregón, uno de la familia Antolín.

Altar de la familia García Moreida, en la calle La Bandera, en San Antonio Tlayacapan. Foto: Domingo Márquez.
El viernes de Dolores se conmemora el viernes anterior al domingo de Ramos, con altares que tienen como principal elemento la imagen de la Virgen Dolorosa. Esta fecha representa el dolor de la Virgen por la pérdida de su hijo.

Altar de la familia Rosales Mora, en la calle Francisco Villa. Foto: Sofía Medeles.
En los altares hay elementos como figuras de papel de manos, que representan las manos que bajaron a Jesús de la cruz, las escaleras que se usaron para bajarlo, las flores son por el luto, y la costumbre de dar agua fresca a quien asista a verlos y a rezar un rosario, son las lagrimas que María derramo, el agua se daba de igual manera a quien preguntaba ¿Ya lloró la Virgen?

Altar de la familia Milian Rivas. La costumbre inició con la matriarca de la familia, Clemencia Hernández, hace más de 50 años. Foto: Domingo Márquez.
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