Inaplazable
El Lago de Chapala. Foto: Héctor Ruiz.
Por: Daniel Jiménez Carranza
En este inicio de primavera, hemos vivido con asombro el aumento inusual de temperatura que anticipa un candente verano derivado del cambio climático, del cual ningún país, región o individuo, nos mantendremos a salvo, por lo que nos debe llevar a tomar providencias necesarias en diversos ámbitos de nuestra vida cotidiana, mismos que deberán constituir parte habitual de la misma, empezando por evitar la deforestación, pues los árboles, representan un elemento fundamental en la absorción del bióxido de carbono, constituyéndose como elementos fundamentales en el equilibrio ecológico, que desafortunadamente, no se ha respetado y mucho menos revisado su reproducción, sino por el contrario, como resultado del crecimiento demográfico en nuestra zona, observamos la invasión de zonas boscosas en las montañas que nos rodean, la depredación por parte de particulares, de árboles existentes dentro de sus propiedades, asi como la existencia de amplias zonas carentes de vegetación que se utilizan para la explotación comercial de ganado o desarrollos urbanísticos que erosionan el suelo y contaminan la laguna.
En relación a esta última, es importante destacar la función que cubre como humedal, al mantener el equilibrio del ecosistema, que implica la preservación de la flora y fauna propia de la región, además de su función como recurso hídrico que abastece a la zona metropolitana de Guadalajara, también representa un recurso importante para la explotación pesquera, misma que desafortunadamente, como consecuencia de una falta de regulación estricta y regeneración de especies, algunas de ellas se han extinguido y otras se encuentran en proceso de ello, lo que hace necesario la intervención de un organismo específico que se dedique a mantener y reglamentar su uso, particularmente en las afluentes de los ríos que transportan desechos y pesticidas que llegan a contaminar la laguna, todo ello, arrojará un positivo saldo a sus habitantes, e incrementará su atractivo turístico.
A nivel personal, es necesario que nosotros como habitantes de este bello enclave, contribuyamos con una conducta de saneamiento atmosférico, evitando la quema de ramas o cualquier objeto , reaprovechar los desechos orgánicos utilizándolos como composta fertilizante, evitar utilizar plásticos en la mayoría de los casos, y si lo hacemos, depositarlos en cajas o bolsas por separado al momento de ponerlos en la basura, y por último, importante modificar nuestros hábitos alimenticios, evitando la ingesta de productos cárnicos, que como resultado de su gran demanda, una parte considerable de tierra laborable, es utilizada en la producción de su alimentación, agotando sus recursos e impidiendo su rotación.
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