Riberas del Pilar, Santa Cruz de la Soledad y la cabecera municipal son los puntos más vulnerables durante las lluvias
La basura que acarrean los cauces provocan tapones al flujo de agua que suele derivar en inundaciones. Foto: Jazmín Stengel.
Sin embargo, pese a las últimas tormentas, hasta el momento las pérdidas materiales no han sido graves, reveló el titular de Bomberos y Protección Civil de Chapala, Lorenzo Antonio Salazar Guerrero.
De las más de 100 zonas de riesgo por inundación que existen en Chapala, la calle Los Olivos en Riberas del Pilar, es donde el flujo del agua más problemas presenta, ya que, el nivel de la calle se encuentra casi al nivel de las casas, por lo que da paso a la entrada del agua cuando esta sube a 50 centímetros o más, informó el entrevistado
En esta calle son tres las casas vulnerables a inundaciones, aunque solo se han presentado ligeras pérdidas materiales en una de ellas, de acuerdo al informe. Elementos de Obras Públicas ya están proyectando la manera de corregir el nivel del agua para evitar las anegaciones en la zona.
El siguiente punto con más afecciones es el cauce que corre sobre la calle Luis Donaldo Colosio, en la cabecera municipal de Chapala. Esta rama del arroyo San Marcos, cuenta con un vado natural junto a las primeras casas, los habitantes de una de las casas instalaron una reja por la cual se llegó a filtrar el agua en esta temporada de lluvias.
La reja fue desmantelada por personal de Obras Públicas y en su lugar se colocó una tubería que permite al cauce continuar por la vía pública. En lo que va la temporada, de cinco casas que se encuentran vulnerables en esta zona, solo una ha sido afectada.
Ya que en este punto las corrientes de aguas también alcanzan los 50 centímetros de profundidad, lo ideal para solucionar este problema es encauzar el agua desde la montaña, para que esta vuelva al arroyo San Marcos, de donde se deriva originalmente, opinó el titular de Bomberos.
En Santa Cruz de la Soledad hay un cauce que baja por la calle Lázaro Cárdenas hasta la carretera Chapala-Mezcala, poniendo en riesgo a ocho casas a lo largo de la vía. Este año, cinco fueron afectadas cuando el agua subió a los 50 centímetros de profundidad, provocado por un tapón de maleza sobre la rejilla.
Este cauce también fue redireccionado por personal de Obras Públicas para evitar daños materiales mayores o riesgos graves a la infraestructura de hogares y personas, aclaró Lorenzo Salazar.
En Ajijic se programó una ruta de mantenimiento para volver a desazolvar los cauces más importantes: El Bajío, La Cristina y La Canacinta. Este último, aún presenta hasta 30 centímetros de lodo a las faldas del cerro, por lo que el personal de Bomberos y Protección Civil, con apoyo de la maquinaria pesada de Obras Públicas, continúa trabajando.
Tanto en Ajijic, como en el arroyo que se encuentra en San Antonio Tlayacapan, entre el Libramiento Ajijic y la carretera Chapala-Jocotepec, el flujo del agua trae consigo piedras y materiales pesados que se desprenden en el camino. El objetivo es limpiarlos antes de que estos lleguen a la carretera, puntualizó Salazar Guerrero.
En San Antonio Tlayacapan, el cauce del arroyo se convirtió en calle hace ya algunas décadas, por lo que la solución en este punto podría ser un sistema de adaptación por balaustres, que funja como defensa para evitar que el escombro y la tierra arriben hasta la carretera. Esto compete a Obras Públicas, finalizó el funcionario.
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