En vida, el político y trabajador de la construcción dejó un legado de amistad y altruismo. Nació el primero de octubre de 1954 y falleció el pasado lunes 14 de noviembre del año en curso
Amador Torres Romero (1954-2022) junto a su esposa María del Pilar Parra Martínez. Foto: Cortesía.
Sofía Medeles- Amador Torres Romero, mejor conocido en Ajijic como don Amador, fue un hombre que hizo amistades por todo el municipio e incursionó en la política, siempre con la intención de buscar ayudar al prójimo.
Nacido el primero de octubre de 1954, en una familia de pescadores originaria de Ajijic, don Amador, desde pequeño aprendió el oficio de la pesca, además que tenía pasatiempos como jugar futbol y hacer amistades a donde quiera que fuera.
Se casó a sus 20 años, con María del Pilar Parra Martínez, con quien tuvo 4 hijos: María del Pilar, Paul Amador, Leonor y Viridiana. Según lo que cuenta su esposa, debido a sus oficios (él siendo pescador, y ella servicio de limpieza en casas), Don Amador pasaba los días con sus hijos, cumpliendo con sus necesidades, y las responsabilidades de su hogar.
“Yo llegaba en la tarde, y él ya tenía la casa lista, e incluso ya con la comida hecha. Esto era porque ser pescador es trabajar muy temprano, o muy tarde, y en mi trabajo, yo salía ya tarde, llegaba y ya estaba todo listo. Fue muy buen esposo y muy buen padre”, agregó Doña Pili.
“Él hacía las cosas como él sabía hacerlas. Recuerdo que cuando era niña, me hacía un chongo hasta arriba, pero lo hacía, me traía siempre peinada”, comentó su hija Leonor.
Según cuentan sus familiares, Amador tenía la inquietud de siempre ayudar al pueblo y a sus habitantes, ya fuera con servicios, o con su amistad. “Era bueno de más” señaló su hijo Paul. Inició su labor, siendo el hombre encargado de encender las lámparas de la calle con un carrizo, también, se daba a la tarea de limpiar la carretera, el pie del lago, etc.
Aproximadamente en 1994, fue recaudador del comercio ambulante de Ajijic, aumentando así su número de conocidos. “Siempre nos decían, ay, don Amador es muy bueno como recaudador, si no vendemos, nos hace el favor de ayudarnos sin cobrarnos”, añadió su esposa.
Fue delegado de Ajijic en el 2000, y después, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). No fue hasta después de volver de los Estados Unidos, donde estuvo varios años trabajando, que regresó para ser Regidor de Ajijic.
“Cuando estuvo en puestos políticos, siempre apoyó a la gente que le pedía su ayuda. Alguna vez, una de sus compañeras del ayuntamiento, nos dijo que hacía muy bien su trabajo, ya que siempre tenía fila de personas esperando fuera de su oficina, y a todos los atendía”, aseveró su esposa Pilar.
Su hijo Paul, comentó “Todo lo que ha querido, lo ha tenido”, haciendo referencia de cómo a lo largo de su vida, logró sus metas, y siempre disfrutó cada cosa que hizo. También recordó cómo su papá, era conocido por sus conversaciones largas, ya que, no solo se detenía a saludar a la gente que conocía, si no, a tener una buena charla con ellos.
En el ámbito familiar, lo describen como un hombre muy cariñoso, y que disfrutaba mucho de la compañía de los niños, alegrándose de compartir el tiempo con sus hijos, y con sus nietos “A todos los cargó él, hasta que pudo. Le gustaba andar con su montón de nietos por todos lados”, comentó una de sus hijas.
Tanto sus hijos, como sus nietos, y su esposa Doña Pilar, comentaron que para ellos fue el mejor padre, abuelo y esposo que pudieron tener, además de que siempre les inculcó valores como respeto, lealtad, responsabilidad, empatía y valentía, y, sobre todo, amistad. Siempre recuerdan la frase que él más decía, que era “solo estamos aquí de pasada”.
Toda su familia, agradece a sus amistades, y a quienes los apoyaron durante el novenario. “Es la cosecha de lo que Amador cultivó toda su vida, las amistades que tanto cariño le tuvieron, y a las que siempre les estaremos agradecidos”, sentenció Doña Pilar.
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