Salud y Bienestar
Por Leticia Trejo
Muchos de mis alumnos son personas adultos jóvenes, entre los 35 y los 45 años, que forman familias que en este momento tienen hijos pequeños desde recién nacidos hasta pubertos de 12 años, estas familias, al parecer de forma general, están pasando por grandes retos de salud, los veo batallar bastante con ciclos de enfermedad que empieza (quizás) con la asistencia de los pequeños a las guarderías, a los preescolares y a los centros de estudio que correspondan. Una semana está enfermo el niño más pequeño, la siguiente semana la mamá no puede ni levantarse de la cama, la siguiente semana se enferman el papá y el otro hijo (o hija). Uff, es una montaña rusa en la que los gastos aumentan de forma descomunal, entre las citas con los médicos, los análisis de laboratorio y los medicamentos las cuentas se van al cielo.
Los procesos de enfermedad siempre producen crisis, pequeñas o grandes, pero no solo en la vida sino en el organismo. Crisis a nivel celular y orgánico, crisis a nivel emocional y mental, y crisis en la gestión del tiempo.
Pero por otro lado, los procesos de enfermedad ponen a trabajar la inteligencia natural de nuestro organismo, si le damos las condiciones adecuadas, el sistema inmune se fortalece, aprende y se agiliza con cada crisis para lograr restablecer la salud.
Si tú, querido lector, tienes hijos pequeños y estás dentro de este ciclo de enfermedad, me gustaría hacerte algunas sugerencias:
Para tus niños:
Para ti:
¡Feliz Navidad! Para quienes celebran esta tradición, y para todos mis mejores deseos para que le den a su organismo el descanso y felicidad que se merece en estas fechas.
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