Mucocele
Por Ili
Un mucocele, también conocido como quiste mucoso o cúmulo de retención mucosa; es una tumoración nodular benigna debida al resultado de algún traumatismo en las glándulas salivares menores o la mucosa de la boca. Como ejemplo de traumatismo puede ser morder o chuparse los labios.
El contenido de la cavidad puede ser de origen mucoso o de saliva secuestrada. Comúnmente aparecen en el labio inferior, labio superior, la parte interna de las mejillas y la superficie inferior de la lengua.
No causan dolor, pero sí puede haber inflamación y son de apariencia azulada, como una burbuja que o se revienta o bien solo aumenta de tamaño. Alcanzan un diámetro que va de los tres a los 10 milímetros.
Los mucoceles superficiales, al ser de etiología benigna y por no representar ningún daño, por sí solos tienden a reabsorberse o a reventar espontáneamente; ya sea por el contacto con algún alimento o por la mordedura accidental. Los que son más profundos, deberán extirparse quirúrgicamente ya que la aspiración de su contenido no es el tratamiento de primera opción. Dicha intervención deberá ser realizada por un dentista.
En casos donde el mucocele del labio inferior en particular sea de gran tamaño y se encuentre albergado más profundo; entonces la marsupialización será la técnica de elección. Sin embargo y dependiendo el caso en particular, otras técnicas pueden ser utilizadas, tales como la criocirugía, crioterapia, electrocirugía o de sutura, esta última para la estimulación del desarrollo de un nuevo conducto que permita la evacuación de la saliva de la glándula menor en cuestión.
Una vez resuelto el mucocele, no hay nada más que hacer; sin embargo, cuando son recurrentes es necesario considerar la extirpación quirúrgica de la glándula menor problemática.
Si nota que el mucocele aumenta de tamaño, absténgase de perforarlo con una aguja o de exprimirlo como si fuera una espinilla, ya que métodos así pueden provocarle una infección, en lugar de drenar la saliva del interior. En otras ocasiones notará que, al reventar espontáneamente, percibirá un sabor salado y la sensación del remanente de algún vestigio de piel o descamación; de igual forma déjelo. La mucosa oral que alguna vez rodeó el mucocele se reabsorberá o se desprenderá por sí sola, no la corte y evite estar tocando el área.
La mejor opción, es acudir a un dentista para el diagnóstico y tratamiento de este, si no manifiesta dolor, tampoco es signo de que se ignore, como se mencionó antes, sí es benigno, pero el ojo clínico del profesional está entrenado para confirmarlo y para descartar o de lo contrario investigar si existe alguna otra afección.
Referencia bibliográfica
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