‘Cucar’ a la Sayaca significa provocar a estos coloridos personajes para que los persigan y les avienten harina
Joven provocando o “cucando” a una Sayaca, para que lo enharine, durante un desfile del Toro de Once. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Una tradición ajijiteca, que incluso podría ponerse al nivel de un deporte extremo, es “cucar” a las sayacas. Esto se puede ver en cada desfile donde participan estos llamativos personajes típicos, ya que siempre habrá sayacas de harina y personas dispuestas a retarlas a que los intenten alcanzar.
Según comentó el investigador de la historia de Ajijic, Eduardo Ramos Cordero, esta costumbre viene desde hace varios años, cuando el costado de la plaza principal fungía como ruedo para charreadas.
“El desfile de antaño, eran algunos de los toros que traían desde poblaciones vecinas, los charros engalanados, una pareja de sayacas y la banda. Las sayacas que iban en lo que ahora es el ‘Toro de Once’, eran los únicos que traían harina y confeti, y solo llenaban de harina a quien los cucaba. En el Martes de Carnaval no se usó harina hasta que llegó el delegado Anselmo Ávalos”, comentó Eduardo.
Los “cucadores”, tienen varias generaciones realizando esta actividad, propia de la temporada de Carnaval. Semanario Laguna entrevistó a varios hombres de todas las edades, quienes, en promedio, iniciaron a cucar alrededor de los 10 años. Rubén, uno de ellos, dio su testimonio de cuando participaba, por allá del año 1988, es decir, hace más de 30 años.
“Disfrutaba la adrenalina de salir corriendo y que no te polvearan, porque eso era como decir soy más chipocludo que ellos. Una vez que recuerdo mucho, fue cuando mis primos se vistieron y los hice enojar porque no me alcanzaban, entonces otra Sayaca me agarró y me dejaron como tachihual embetunado, super blanco”, comentó.
“Lo que teníamos para entretenernos eran las sayacas de harina, son las más chidas para los muchachos y los más grandecitos. Una vez, ya de grande, yo y varios compañeros, nos hicimos la pinta, y nos robamos los vestidos y trajes de los suegros de uno, para irnos de sayacas de harina. Nos tocó estar del otro lado, estuvo divertido”, compartió Enrique.
Pero no todo ha sido adrenalina y alegría para todos, ya que han ocurrido accidentes, e incluso peleas a raíz de esto. Entre los entrevistados, todos recuerdan al menos un accidente en la cucada.
“Una vez sí vi cómo a alguien no le agradó que le echaran harina y se agarraron a golpes”, “fui con mis sobrinos, y uno de ellos se cayó, se le abrió la cabeza, y nos regañaron” y “me toco ver como tiraron a un señor y se descalabró”, fueron algunos de los accidentes que compartieron.
Aunque implica un riesgo, porque los jóvenes y las sayacas empiezan a correr, y pocas veces se fijan quien tienen por delante, las festividades suelen ser muy amenas, ya sean el día de San Sebastián, los días del Toro de Once o por supuesto, el día de Carnaval.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala