Aftas bucales
Por Ili.
Las úlceras aftosas son pequeñas lesiones que aparecen en el tejido blando de la boca. Por ser superficiales también pueden aparecer en la encía. No derivan del herpes labial, lo que significa que no son contagiosas y que no se propagan de persona a persona.
Suelen ser incómodas y en ocasiones bastante dolorosas sobre todo en los infantes, ya que en ocasiones imposibilitan el poder comer y hablar normalmente. Algunos pacientes pueden describir una sensación de hormigueo, picazón o ardor unos días antes de la aparición de estas.
Las aftas orales pueden variar en número y tamaño, por lo general se asemejan a una vejiga en la piel y que ha reventado. Tienen forma ovalada o circular, con un borde rojo y con el centro blanco o amarillento.
Con frecuencia las zonas bucales donde más se concentran es debajo de la lengua, la parte interna de los labios, las mejillas, el paladar blando y la base de las encías.
Clínicamente las aftas bucales se agrupan en tres tipos donde las primeras o aftas menores son las más comunes y frecuentes; son pequeñas y desaparecen aproximadamente en 14 días.
Las aftas mayores son más grandes y por ser más profundas son más dolorosas; carecen de un contorno definido, tienden a dejar cicatrices una vez que sanan, y pueden perdurar hasta un mes y medio.
Las aftas herpetiformes no están relacionadas con el virus del herpes, pero así se denominan; son de frecuencia rara y solo aparecen en personas de la tercera edad. Son de un milímetro de circunferencia, pero se presentan en racimos de hasta cien, las cuales al unirse forman una gran lesión. Curiosamente, estas últimas desaparecen por sí solas en dos semanas y no dejan cicatriz.
Las aftas orales pueden originarse debido a múltiples causas, desde como una respuesta del sistema inmunitario ante infecciones virales, como por factores locales tales como una agresión por el cepillado dental; después de una limpieza dental agresiva; el morderse la lengua o las mejillas; estrés, cambios hormonales, alergias a algún alimento, deficiencias nutricionales tales como el hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
Cualquier individuo puede desarrollar aftas bucales, sin embargo, es más predominante en pacientes femeninos.
Las aftas bucales en su mayoría no requieren de tratamiento, pero es altamente recomendable abstenerse de comer alimentos muy condimentados, picantes y ácidos, ya que al ingerirse pueden provocar molestia en la zona donde se tengan las aftas.
Enjuagues bucales sin alcohol y enjuagues de agua tibia con sal también resultan de gran ayuda. Sin embargo, medicamentos como los corticoides o el enjuague bucal de gluconato de clorhexidina son otras opciones que tanto su médico como el dentista pueden sugerirle.
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