Salud en Letras
Por Ili. – La parálisis cerebral es el daño ocurrido en el cerebro en desarrollo de un niño cuando aún se encuentra dentro de la madre. Estos trastornos y discapacidades permanentes provocan consecuencias en el movimiento, el equilibrio y el tono muscular del nacido.
Existen varios tipos de parálisis cerebral como lo son de tipo espástica, discinética, atáxica y una mixta en la cual se manifiesta la combinación de las previas.
Según un consenso global, la parálisis cerebral es un problema del cerebro que surge con una mayor incidencia en varones que en comparación con las niñas.
Por otro lado, existen afecciones externas u otros eventos en particular durante el embarazo o en el parto, que sugieren un aumento del riesgo para que un bebé pueda nacer con parálisis cerebral.
Por ejemplo: ser prematuro, ser demasiado pequeño en comparación a los parámetros normales de desarrollo de un feto; ser gemelo o de mayor número; infecciones de la madre durante el embarazo, ictericia, convulsiones, factores tóxicos e incompatibilidad Rh.
Por lo general los primeros síntomas aparecen en la edad preescolar y los más evidentes son una marcha inestable, movimientos musculares involuntarios y exagerados.
Sin embargo, es importante mencionar que el grado de discapacidad causado por una parálisis facial es diferente en cada niño.
Por eso es importante, que tanto usted siendo el padre o cuidador designado y su pediatra lleven un monitoreo del desarrollo y el crecimiento del paciente; además de pruebas genéticas, análisis de laboratorio, evaluaciones de las habilidades motoras y otros exámenes de diagnóstico.
Adicionalmente, a parte de los problemas de coordinación y movilidad, pueden presentarse también dificultades para hablar, para comer; puede haber dificultades en el aprendizaje, retrasos en el crecimiento en general; así como epilepsia, estreñimiento, incontinencia urinaria, sordera y problemas del comportamiento.
No existe cura para la parálisis cerebral y su padecimiento es para toda la vida. Pero el tratamiento se enfoca en mejorar la independencia y la calidad de vida de quienes la adolescen; así que idealmente, el tratamiento oportuno a una edad lo más temprana posible es beneficioso.
La parálisis cerebral no mejora ni progresa con el tiempo, pero conforme el paciente crece algunos síntomas pueden agravarse o bien mitigarse.
Si no se trata o se es proactivo en buscar ayuda médica de largo plazo y seguimiento, es probable que se manifieste un acortamiento muscular y que la rigidez se haga más prominente.
Así que tenga en cuenta que obtener un diagnóstico rápido, aclarar si existen episodios convulsivos y qué los provoca para reducirlos; cual es el grado del deterioro de la coordinación y si existen dificultades para comer y otros problemas del desarrollo, son cuestiones que deben de consultarse con el médico y demás especialistas para que juntos, ayuden al paciente a que pueda tener una calidad de vida lo más próspera posible.
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